Según el Director Ejecutivo de la Fundación para la Superación de la Pobreza (FSP) el estado de salud de la población es preocupante, principalmente por el estilo de vida que llevamos. Existen graves brechas sociales con las personas en situación de pobreza lo que se traduce en que ellas se enferman más. Por eso, el sistema de salud es tan relevante para mejorar el bienestar y disminuir las desigualdades. La institución que dirige entregará este 31 de agosto a los candidatos a la presidencia, una propuesta para la futura política social denominada "Umbrales Sociales para Chile", que plantea un sistema de garantías sociales en ámbitos claves del desarrollo humano y por supuesto, contiene un capítulo especialmente dedicado a la salud.
Según el diagnóstico de la FSP, ¿qué es lo que más requieren los chilenos en el ámbito de la salud?
El diagnóstico que hemos hecho para elaborar nuestra propuesta de Umbrales Sociales para Chile, nos dice que las mayores preocupaciones son las enfermedades graves y potencialmente invalidantes que tienen una lata prevalencia como la hipertensión, diabetes o cáncer. También sabemos que la gente necesita más programas preventivos y un mejoramiento del trato a los usuarios en la atención de salud.
El régimen con garantías explícitas GES ha permitido asegurar atención, protección financiera y reducir tiempos de espera, pero el sistema todavía presenta debilidades. Según su visión, ¿qué le falta al sistema para hacer más igualitario el acceso a la salud?
Sabemos que la implementación del sistema no ha estado exenta de problemas y existen debilidades, pero el sistema incluye mecanismos de reclamación, que han modificado de manera importante la percepción sobre las prestaciones y sobre la autoimagen de los pacientes respecto a su propio rol y el del Estado en torno a la protección de la salud. El hecho que se implementaran mecanismos no judiciales de exigencia y reclamación ha abierto más posibilidades para la población de menores ingresos que, hasta la implementación de la GES, no tenía posibilidades de enfrentar económicamente estos procesos de reclamación y se veía condenado a esperar sin un horizonte de resolución.
Las dificultades que han existido tienen que ver con el cumplimiento de la oportunidad de la atención. En nuestra propuesta planteamos acciones concretas para profundizar y perfeccionar más el sistema y que éste responda de forma oportuna, integral y acogiendo a un rango más amplio de población. Es necesario también, por ejemplo, que se garantice el tratamiento desde la sospecha de la enfermedad y no sólo desde el diagnóstico.

¿Cuáles son las brechas sociales más evidentes que han podido detectar en salud?
La Encuesta Nacional de Salud (2003) y la Encuesta de Calidad de Vida (2006) permitieron construir un perfil del estado de salud de los chilenos, y lamentablemente, éste evidencia el fuerte peso de los determinantes sociales de la salud, puesto que hay mayor incidencia de enfermedades a menor nivel socioeconómico. La situación es muy compleja, sobretodo para enfermedades como la hipertensión y la diabetes. También sabemos que la obesidad, cuya incidencia por supuesto depende más bien de hábitos alimenticios y estilos de vida, afecta con mayor intensidad a los más pobres.También, por las condiciones de vida, tenemos mayor presencia de enfermedades respiratorias crónicas en el estrato socioeconómico bajo. Ahora, si consideramos las causas de la mortalidad por nivel socioeconómico, tenemos que algunos tipos de cáncer, por ejemplo, el de pulmón, colón, riñón y pelvis, tienen mayor incidencia en la población de menos ingresos, y esto está posiblemente relacionado con la atención y tratamiento oportuno de este tipo de afecciones.
¿Qué busca la propuesta de Umbrales Sociales que entregarán próximamente?
Para nosotros está muy claro que si queremos superar la pobreza en Chile, necesitamos mantener a nuestra población lo más sana posible, tanto a nivel fisiológico como mental, generando oportunidades para evitar la ocurrencia de las enfermedades. Pero cuando éstas ocurren, necesitamos recuperar oportunamente a las personas, rehabilitarlas y reintegrarlas cuando padecen problemas de salud de lenta recuperación. También es clave mitigar los efectos negativos que pueden acarrear enfermedades invalidantes, crónicas y dolorosas en los pacientes y sus familias.
Por eso, las garantías que proponemos buscan favorecer la profundidad y claridad de las prestaciones ya existentes en el sistema GES, mejorar la adaptabilidad y adecuación cultural de las prestaciones y apoyar las funciones de cuidado de las familias en casos de discapacidad.
También es relevante la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. Nos preocupa el estado de salud de la población chilena, porque sabemos que un porcentaje importante de los años de vida perdidos se relaciona con problemas de salud evitables asociados a estilos de vida. Por ejemplo, el 54% de los mayores de 17 años está en riesgo cardiovascular alto o muy alto y, en el caso de los hombres mayores de 45 años, el porcentaje se eleva al 90%.
¿Y qué es lo que plantean para promover la salud?
La necesidad de intervenir en los factores de riesgo y fundamentalmente trabajar la promoción de salud desde la niñez en 5 grandes áreas: alimentación, actividad física, prevención del tabaco, factores psicosociales y ambientales. Por ello, nuestra propuesta de garantías sociales plantea la necesidad de una política clara y robusta en materia de promoción a través del Sistema Educativo y de Salud que constituya una oportunidad sistemática para las personas, especialmente las más pobres, de habilitación para estilos de vida saludables.