Escolares: baja el consumo de alcohol y tabaco y se estabilizan las drogas ilícitas

Escolares: baja el consumo de alcohol y tabaco y se estabilizan las drogas ilícitas

07 Julio 2010
Encuesta se aplicó a más de 5 mil alumnos en la región, representando un universo de casi 100 mil estudiantes. Resultados alertan sobre la menor percepción de riesgo frente al consumo de marihuana y cocaína en la población escolar
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Los principales resultados del Octavo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar fueron dados a conocer hoy en la región por el Gobernador de Valparaíso Pablo Zúñiga, la Seremi de Educación Patricia Colarte y la Coordinadora Regional de CONACE María Ester Munnier.
Con este estudio —que CONACE realiza cada dos años— se completa una década de mediciones del consumo de drogas en población escolar, obteniendo declaraciones de uso de tabaco, alcohol y otras drogas como marihuana, cocaína, pasta base, además de algunas variables asociadas al uso de sustancias.
En 2009 las declaraciones de consumo de marihuana alcanzaron a 15,1% a nivel nacional, mientras en la Región de Valparaíso la prevalencia de consumo es de un 15,7% versus el 17,3% registrado en el estudio de 2007, diferencia que no es estadísticamente significativa pero muestra una estabilización en el consumo de esta droga entre los escolares de la región.
A nivel nacional se registra un incremento del uso de marihuana en 8º Básico (de 5,3% a 6,5%) mientras que de 1º a 4º Medio éste se mantiene estable. En la región el mayor consumo se registra entre los escolares de 2° a 4° medio con un 19,7%, cifra en todo caso menor a la registrada en el estudio anterior en que alcanzó un 22%. No existe mayor diferencia en el consumo entre hombres y mujeres, como tampoco por tipo de establecimiento.
La Coordinadora Regional de CONACE planteó que estos datos ponen el énfasis en la necesidad de revertir el aumento del consumo en la Educación Básica, mediante un trabajo colaborativo entre familias, comunidades educativas y el Estado, para lo que esta institución desarrollará programas preventivos basados en la mejor evidencia de efectividad disponible y enfocados en factores de riesgo comunes para conductas problemáticas, como violencia y deserción escolar.
En el caso de la cocaína, su prevalencia registra un aumento desde 2005 a la fecha (de 2,8% a 3,4%). Mientras, el consumo de pasta base se mantiene estable en 2,6% a nivel general y por nivel educativo.
El estudio confirma a nivel nacional una mayor presencia de ambas sustancias en los colegios municipalizados por sobre los particulares subvencionados o pagados; y —a diferencia de lo que ocurre con la marihuana— tanto para cocaína como para pasta base, el consumo en hombres es mayor que de las mujeres.
Respecto del uso de alcohol, el sondeo arroja que ha comenzado a declinar. La serie de alcohol se inició a nivel nacional con 38,9% en 2001 y actualmente registra 35,5%. En la región, la serie muestra una disminución incluso mayor al promedio país pues la serie se inició en un 41, 5 en 2001, en el estudio anterior fue de un 40,1 y ahora se sitúa en un 35,7%, disminución considerada estadísticamente significativa.
Por tipo de establecimiento, la prevalencia de alcohol es más alta en los colegios particulares pagados, respecto de los subvencionados y municipalizados y en la región el consumo de alcohol es significativamente mayor desde segundo medio y es similar en hombres y mujeres.
El uso diario de tabaco también muestra una baja desde 18,6% al comienzo de la serie a 14,6% en el estudio actual. En la región el uso diario de tabaco disminuyó de un 17% en 2007 a un 14,3% en 2009, cifra también considerada estadísticamente significativa. Por edad, también hay mayor consumo en los cursos superiores, doblando las prevalencias de los inferiores (8° a 1° medio: 9,2%, 2° a 4° medio: 18,2%). Es preocupante además la alta prevalencia de consumo en mujeres, por sobre la de hombres, tendencia que también se registró en el estudio anterior (Mujer: 15.7 %; Hombre: 13,2%)
Percepción de riesgo y otros factores
La percepción de riesgo tanto para el uso experimental como para uso frecuente de marihuana y cocaína tiende a bajar a lo largo de la serie. En la región, la percepción de riesgo frente al uso de marihuana sube de un 36% a un 38%, mientras el de cocaína disminuye de un 63% a un 61% en el presente estudio.
Como contrapartida, frente al alcohol esta noción se mantiene elevada (61%)y para el tabaco muestra una tendencia al alza (desde 42 a 45%).
“Los jóvenes estudiantes de nuestra región están teniendo conciencia que el consumo de drogas - porque el alcohol y el tabaco son drogas también- son un consumo problemático que daña la salud. Esto habla de una mayor conciencia y de medidas que estamos adoptando como gobierno en los establecimientos educacionales, que estamos haciendo bien pero podemos hacer mejor y ésa es una tarea que nos compete a todos, a los padres, a la comunidad educativa y a la comunidad organizada porque no se trata solo de un problema de gobierno”, manifestó.
Los datos del estudio muestran que la percepción de la oferta de marihuana no ha aumentado en la década. La exposición a ofrecimientos recientes de esta droga empieza y termina en 32% en la región, mientras que para cocaína y pasta base aumenta en 6 y 4 puntos porcentuales, respectivamente.
La observación de consumo y tráfico en los colegios a nivel nacional es más alta en los establecimientos municipalizados respecto de los particulares, ya sean subvencionados o pagados.
Problemas asociados al consumo de alcohol y drogas
Sobre la asociación que hacen los estudiantes entre consumo de alcohol y/o marihuana y un conjunto de problemas vinculados, más de la mitad asocia ambos consumos con situaciones como accidentes de tránsito, problemas familiares y de salud, delitos violentos y dificultades académicas.
El alcohol se asocia mucho a los accidentes de tránsito (75%), mientras que la marihuana se vincula en mayor medida a las dificultades académicas (55%).
Actitudes Parentales
El estudio destaca el aumento que ha tenido en la década la proporción de padres y/o madres que desaprobarían que su hijo haya probado marihuana o lo sorprendieran con unos tragos de más. Frente a la marihuana la severidad parental llega a 82%, mientras que en el caso del alcohol este porcentaje es de 57%.
La investigación también reafirma que los hijos de padres preocupados por su comportamiento tienen consumo de drogas hasta 2 ó 3 veces más bajas que los escolares cuyos padres presentan menor interés en sus actividades académicas y sociales.
Todo lo anterior reafirma que los padres y la familia son los principales agentes preventivos.
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