Nuevo sistema de ingreso a la universidad para alumnos vulnerables pone en jaque a la PSU

26 Enero 2011
Los mejores alumnos ingresarían a través de un sistema especial, sin necesitad de los 450 puntos, manifestando las dificultades de la PSU para incluir a los alumnos más desventajados. Por J. Marchant
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Al mismo tiempo que en el Parlamento se aprobaba la reforma educativa impulsada por el gobierno, se firmaba un protocolo de acuerdo entre parlamentarios de oposición y el Mineduc. Uno de los puntos que podría llegar a cambiar más el panorama de acceso a la educación superior en orden a mejorar la inclusión social es el 5.7: en él se establece que se creará “un programa especial de incentivo al 5% de los mejores egresados de enseñanza media de sectores vulnerables para acceder a la educación superior, independiente de su puntaje en la PSU”.
Se trata de una medida que afectaría a unos cinoc mil jóvenes a partir de 2012 y que ha sido calificada por sus impulsores como un paso para reducir las desigualdades sociales que están detrás de los distintos puntajes en la prueba que obtienen alumnos de menores y mayores ingresos. Sólo un botón de muestra: quienes tienen ingresos por sobre los $ 1,5 millones tienen 11 veces más posibilidades de sacar más de 600 puntos que quienes vienen de familias con ingresos menores a $ 144 mil pesos al mes.
La propuesta del Mineduc consiste en replicar una experiencia de inclusión que hasta ahora ha sido exitosa en seis universidades: se trata del sistema de Propedéuticos, donde en cuarto medio se recluta al 5% de mejor rendimiento en colegios vulnerables para que asistan a clases de matemáticas, lenguaje y gestión personal (hábitos de estudio, aprovechamiento del tiempo, etc). Tras ese entrenamiento y si aprueba todas sus materias, el estudiante pasa automáticamente a un programa de Bachillerato que dura un año, tras el cual puede elegir la carrera que desee, dependiendo de los cupos que otorgue la universidad. Este programa existe desde 2006 en la Usach y hoy se replica en las universidades Silva Henríquez, Alberto Hurtado, Católica del Norte, Metropolitana de Ciencias de la Educación y Utem.
Los resultados de este proyecto son notables, al menos en la Usach que es la que ha medido su impacto. Allí entran 50 jóvenes cada año, de los cuáles el 75% se mantiene en el programa y el 80% aprueba el mínimo de materias para pasar al año siguiente tras el Bachillerato. Estos datos, que se pueden encontrar en la página web www.propedeutico.cl, indican que estos jóvenes, que muchas veces no alcanzan siquiera los 400 puntos promedio en la PSU, son capaces de ser universitarios exitosos. Según el rector de la Universidad Católica Silva Henríquez, Francisco Javier Gil, las mediciones muestran que, si uno de ellos repueba un ramo, en el 100% de los casos lo pasa a la segunda vez. Y que entre estos jóvenes el gusto por el estudio es cuatro veces mayor que un alumno que ingresa con buen puntaje a la PSU.
La propuesta del Mineduc partirá con la creación de un fondo concursable o licitación pública para que las instituciones que quieran participar tengan dinero para contratar profesores e implementar este programa.
Este cambio, que al parecer genera bastante consenso entre los rectores, plantea una pregunta de fondo respecto al sistema actual de ingreso a la universidad. ¿Es el correcto para un país tan desigual como Chile? Si la PSU, que ciertamente es el termómetro de una situación, está excluyendo sistemáticamente a los alumnos que se concentran en el sector municipal y que no pueden pagar un preuniversitario, entonces parece razonable estudiar mecanismos alternativos a ella, como considerar el rendimiento de los alumnos en sus colegios, tal como plantea esta nueva iniciativa. Sin embargo, el que el ranking de un alumno en su colegio pese más que una prueba ha sido resistido en ocasiones anteriores por el Consejo de Rectores, organismo que agrupa a las 25 universidades tradicionales. Es probable que este acuerdo, que dicho sea de paso se tomó sin preguntarles a ellos, los dueños de la prueba, los obligue a tomar decisiones en pos de un sistema más diverso de selección universitaria.
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Foto: Arte y Fotografía (CC)