En una dificultad se ha convertido para los funcionarios del ecocanil “Animal Paraíso” de Valparaíso la mantención de este lugar que nació hace 100 años de manos de la Sociedad Protectora de Animales Carlos Puelma Besa. A duras penas subsisten, ya que no reciben con frecuencia la ayuda del municipio ni de otras entidades que se habían comprometido a colaborar con esta misión animalista.

“Hay un convenio de trabajo en conjunto con la Municipalidad de Valparaíso, donde se les facilita la recepción de 200 animales que ellos retiran de la vía pública en condiciones críticas, a cambio de la entrega de 500 mil pesos mensuales más suministro de agua potable y otras cosas que no se han cumplido” comentó la secretaria de “Animal Paraíso”, Liliana Valdebenito.

Son más de 500 perros y 30 gatos los que alberga el ecocanil, que durante esta celebración de su centenario analiza con atención su perpetuidad debido al poco apoyo con el que cuentan. El agua la reciben cada tres meses, la empresa Nestlé les rebajó su ayuda alimentaria, no cuentan con un veterinario y el aporte del municipio es entregado esporádicamente.

“Hasta ahora nos mantenemos con el aporte de los socios y cada mes hacemos un bingo para recaudar fondos, lo que nos genera unos 500 mil pesos y donaciones. Pero el canil genera un gasto de 5 a 6 millones de pesos” explicó Liliana, quien detalló que con suerte el ingreso mensual es cerca de 1 millón y medio de pesos. La única forma en que sobreviven es con los aportes personales de la directora y tesorera de la sociedad quienes deben aportar de su bolsillo.

Funcionamiento

Son 5 auxiliares de patio que atienden a los perros, a quienes se les paga el sueldo mínimo por cuidar, alimentar y socorrer a los animales que se encuentren enfermos. Si es el caso de una dolencia grave, al no contar con un veterinario en el recinto, los funcionarios deben buscar a algún médico privado que logre ayudarlos.

Otro gasto más para la sociedad protectora que, según la municipalidad en la celebración de los 100 años, trabajaría en conjunto con el departamento de medio ambiente porteño. Pero no es así, ya que “la otra vez llevamos un perro atropellado en malas condiciones, y el veterinario no le dio ni un tranquilizante. El apoyo es nulo con nosotros” aclaró Liliana.

La integrante de “Animal Paraíso” lamenta la falta de apoyo de la municipalidad en el funcionamiento del canil, ya que ellos a pesar de que no reciben el dinero ni el aporte regularmente, si aceptan a los animales que llevan los encargados municipales al lugar en Laguna Verde.

“La Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) se comprometió a dar una cuota mensual de 300 mil pesos desde este mes de julio hasta diciembre de 2015. No sabemos si continuará esta ayuda el próximo año” manifestó Valdebenito, quien destacó que hay conversaciones con otras empresas, y que esperan pronto concretar alguna ayuda.

Adopción y socios

Debido a lo complicado que es lograr obtener el aporte económico convenido con el municipio y ciertas empresas, la Sociedad Protectora de Animales, más antigua de Chile y Sudamérica, hace un llamado a la comunidad porteña para ser socio de la institución. Para quienes quieran ayudar, pueden donar a una cuenta bancaria cuyos datos y procedimientos se encuentran detallados en la página web www.animalparaiso.cl. El aporte puede ser desde $3.000 mensuales o $36.000 anuales.

También pueden entregar en el local comercial Marítima Industrial El Faro ubicado Calle Yungay 1942 (entre calle Las Heras y Rodriguez) en Valparaíso desde las 9 a las 19 horas comida, diarios, cartones, mantas, etc.

En el Facebook Animal Paraíso, se pueden contactar aquellas personas que buscan adoptar algún perro o gato, ya que para los funcionarios del ecocanil debe ser un espacio transitorio para ellos y no perpetuo. “Los animales se quedan hasta la adopción o la muerte natural. Pero entregamos dos en adopción y recibimos cuatro. No estamos recibiendo cualquier animal, sólo a los más graves, pero la gente sigue viniendo a botar los animales afuera del canil” dijo Liliana.

“Los perros adultos son a veces muchos mejores que los cachorros, porque los adultos generalmente se adapta fácilmente a un hogar y casa. En cambio, a los más pequeños hay que estar enseñándole y requiere mayor cuidado” señaló Valdebenito.