Ada Keating, de 98 años, se fue a vivir a un asilo de ancianos en Liverpool, Inglaterra, para así cuidar de su hijo Tom, de 80 años y quien necesita de atención médica. 

Según informa el diario Daily Mail, Tom jamás se casó y vivió toda su vida con su madre, lo que los hizo inseparables. 

"Una nunca deja de ser madre", señaló Ada al periódico británico.  mujer al rotativo británico y agregó que el cambio le permitirá "decirle buenas noches a Tom en su habitación y en las mañanas le diré buenos días".

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