Pensamiento holista y pautas que conectan

Pensamiento holista y pautas que conectan

11 Enero 2013

Quizás descubriendo estos vínculos a partir de nuestra propia experiencia y reflexión, podamos ir ampliando nuestra conciencia y comprender el sentido de esta totalidad en la cual estamos integrados y somos corresponsables.

Tomás Ramirez C... >
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Comprender el mundo como un sistema interdependiente y una red de relaciones en la cual todo y todos estamos interconectados, es un hecho que se hace cada vez más necesario reconocer, tanto en contextos globales como locales, en los grandes períodos históricos y en nuestro diario vivir.

La visión holista, sistémica e interdisciplinar es el horizonte de un camino que debe ser práctico y vivencial, lo cual  no siempre resulta fácil, ya que nuestra educación occidental convencional, aún insiste en enseñarnos dualismos y verdades inmutables de un mundo aparentemente fragmentado, una visión reduccionista que en parte es responsable por el actual estado del mundo.

Indudablemente y aunque sea un cliché, antes de cambiar el mundo, tenemos que cambiar nosotros mismos, porque lo que ocurre ahí “afuera” es el resultado de lo que  generamos aquí en nuestra interioridad. Es necesario observar  y preguntarnos de qué manera el conflicto surge en nuestros propios  procesos mentales, aquellos que definen nuestra “forma de ser” en el mundo, y si ello se vincula o no a la contaminación, a las guerras, al hambre y a cuanta miseria observamos como si fuera un problema externo, del cual somos meros observadores y víctimas.

Esta reflexión a partir de lo cotidiano, es otro detonante que puede llevarnos a la pregunta que plantea Gregory Bateson:  “cuál es la pauta que conecta”, y que define la interacción, una pregunta reiterada frente a cada fenómeno y cuya respuesta va develando la interdependencia entre las “cosas” del mundo, que no siempre vemos con claridad en nuestro diario vivir.

Quizás descubriendo estos vínculos a partir de nuestra propia experiencia y reflexión, podamos ir ampliando nuestra conciencia y comprender el sentido de esta totalidad en la cual estamos integrados y somos corresponsables, influyendo en el medio y el contexto tanto o más de lo que el medio y el contexto influyen en nosotros.

La primera vez que leí acerca del movimiento holista  fue hace 15 años, a través del libro “Sabiduría Insólita, Conversaciones con personajes notables” del físico  Fritjof Capra. No era un libro más de la “Nueva Era”, sino una rica fuente de “pautas que conectan”,  en el camino personal escogido por un científico para derribar las estructuras que limitan e impiden comprender integralmente los fenómenos y su relación con la totalidad.  

En Sabiduría Insólita vemos, por ejemplo, una medicina holista que no se enfoca tanto en atacar los síntomas de una enfermedad, sino en descubrir su origen, una visión en la cual nuestra mente, nuestro cuerpo, y cada uno de sus órganos, forman un sistema interdependiente con el medio, lo cual también da sentido al concepto de somatizar, algo análogo a lo que Frank Lloyd Wright definió como arquitectura orgánica, entendiendo como orgánico aquello donde “la parte es al todo lo que el todo es a la parte”. 

Unos años más tarde, tuve acceso al texto “El Tao de la Física”, lo que me daría una imagen más amplia de cómo se gestó esta inquietud y búsqueda que llevó a Capra a integrar diversos caminos, desde la física teórica y las partículas subatómicas hasta la meditación y el budismo zen, transitando desde  las incertidumbres y el caos hacia los transes chamánicos, y valorar como fuente de aprendizaje, tanto la experiencia más cotidiana y “vulgar”,  como la conversación con el más notable científico o el referente filosófico y espiritual del siglo.

El holismo, es una búsqueda que iniciamos de una u otra manera, como si fuera una tendencia natural que por urgente necesidad exige la realidad del mundo contemporáneo. Hoy, el holismo se expresa aplicado a un sinfín de disciplinas, contextos y temáticas en la búsqueda de integrarlas en una visión global.  De hecho, con la información disponible se a conformado una suerte de “redes de conciencia”, para “darnos cuenta” mediante imágenes, citas y cadenas. Sin embargo, lo significativo es que seamos capaces de transformar esa información en conocimiento, y preguntarnos desde los más íntimo y cotidiano “cuál es la pauta que conecta”, y por la cual todo y todos estamos vinculados e interconectados, más allá de la causa y efecto, desde las acciones de nuestro diario vivir hasta el origen  y evolución del universo y desde nuestra pequeña biografía hasta  la historia de toda la humanidad.