No a Ley Monsanto: Valparaíso se suma a marcha contra proyecto de ley de obtentores vegetales

17 Agosto 2013

"Yo no quiero Tránsgenicos en Chile" convoca a marcha ciudadana para evitar que se apruebe en el Senado el proyecto de ley de obtentores vegetales que beneficia a las empresas semilleras.

Paula Pérez >
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La agrupación nacional “Yo no quiero Transgénicos en Chile” convoca a todos los chilenos a participar de una nueva manifestación en contra del proyecto de ley de obtentores vegetales, que entrega a las transnacionales el derecho de propiedad de las semillas nativas. La marcha comenzará este sábado 17 de agosto a las 11.00 horas en la Plaza Sotomayor de Valparaíso para finalizar con un acto cultural en la Plaza Victoria.

“El objetivo de esta marcha es básicamente manifestar el rechazo ciudadano ante la aprobación de la Comisión de Agricultura del proyecto de Ley de Obtentores Vegetales” dijo el representante de “Yo no quiero Transgénicos en Chile”, Joel González, quien invita a todos los habitantes de la región a esta manifestación que contará además con un intercambio de semillas.

Una práctica que podría llegar a ser prohibida y sancionada si la cámara del Senado aprueba este proyecto de ley, que atenta contra la agricultura de los campesinos y de los pueblos originarios de nuestro país. Una ley que otorgaría a las transnacionales, como la estadounidense Monsanto, todos los derechos sobre las semillas.

“El proyecto está hecho a la medida de los intereses de las transnacionales, como Monsanto en realidad, es tremendamente restrictiva, extiende la facultad de las empresas transnacionales el periodo por el cual van a poseer el registro de la propiedad intelectual de la semilla, además las mismas empresas van a tener la facultad de fiscalizar y aplicar las sanciones pertinentes” comentó González, quien afirmó que ya no será una labor del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), sino de la empresa propietaria de la semilla.

Proyecto de ley

“Este proyecto de ley que da como sustento jurídico al UPOV 91, convenio que ya aprobó el senado y fue ratificado por el tribunal constitucional. Pero dentro de las observaciones, la consulta a los pueblos originarios no se hizo previa a la votación” explicó González, quien confirmó que uno de las observaciones a esta decisión de la comisión es la carencia de la opinión de los pueblos originarios.

Además la UPOV 91 considera que una semilla es nueva cuando no ha sido registrada ni comercializada con anterioridad. Un argumento que facilita que las transnacionales se apoderen de las semillas que sean intervenidas por los campesinos, quienes a través de injerto de otros genes crean una variedad de semillas. Si esta no ha sido vendida ni registrada, puede ser que una empresa semillera se la adjudique sin problemas.

“Es por eso que nosotros consideramos que es un proyecto atentatorio contra prácticas agrícolas de las comunidades campesinas y pueblos originarios, que incluso ni siquiera fueron consultados ante la tramitación de este proyecto” manifestó González.