Andrés Lübbert, director de “El color del camaleón”: “Cuando no se habla, el trauma se transmite a las siguientes generaciones”

Andrés Lübbert, director de “El color del camaleón”: “Cuando no se habla, el trauma se transmite a las siguientes generaciones”

12 Septiembre 2017

Premio Mejor Dirección y Premio del Público en SANFIC13, “El color del camaleón” se acaba de estrenar en salas Miradoc de Arica a Punta Arenas. Y en Valparaíso se podrá ver durante septiembre en Teatro Condell.

Boris Kúleba >
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Por Boris Kúleba

“El color del camaleón” muestra el proceso de un hijo por comprender la distante relación con su padre, en un periplo que comienza en su Bélgica natal, transita por los archivos de la Stasi en Alemania Oriental, y se concentra finalmente en Chile, el país del que su padre huyó durante su juventud tras ser víctima de un escalofriante experimento, y al que regresa para enfrentar su pasado y la relación con su familia.

No es una historia de ficción, es un documental dirigido por el joven cineasta belga Andrés Lübbert. El protagonista es Jorge Lübbert, su padre, quien a los 21 años fue secuestrado por los organismos represores de la dictadura de Pinochet y sometido a un cruel “entrenamiento” que incluyó torturas y sádicas pruebas para deshumanizarlo y convertirlo en un agente, que sólo fue interrumpido cuando, con la ayuda de su propio padre, logró huir a Alemania, dañado y marcado de por vida.

Jorge actualmente trabaja como reportero de guerra, registrando los principales conflictos bélicos y Andrés no se explica por qué arriesga su vida constantemente, por qué parece intentar escapar de su familia y de todo. No comprende por qué su padre es tan distante y silencioso con él.

A los 19 años viajó a Chile y su tío Orlando Lübbert (cineasta, director de Taxi para tres) le entregó una cámara y un micrófono con el que realizó su primer documental sobre el tema que lo obsesionaría desde entonces: su padre. “‘El Color del camaleón’ se inició como una búsqueda personal, tratando de acercarme a mi padre, por una parte, y por otra parte queriendo saber quién soy yo, la construcción de mi propia identidad”.

“No conocía Chile, no hablaba español y no sabía nada de la historia de la dictadura”, cuenta Andrés a días del estreno nacional de su película. “Después de ese primer documental me fui enterando de más cosas, cada vez más complejas de entender. Y la película me demoró años en terminarla, hasta ahora, que tengo 32 años”, dice.

 Entonces ¿estuviste 13 años haciendo esta película?

La búsqueda fueron 13 años, la realización concreta de esta película es de 2010 hasta 2017, cuando empecé a escribir el guión, y cuando postulé a los fondos de realización.

En muchos momentos anteriores yo no pensaba que iba a continuar con esta historia, hice varias películas en relación a ello, pero nunca directamente con mi padre. En otra película que se llama Búsqueda del Silencio entrevisto a jóvenes hijos de exiliados chilenos en Bélgica y también a sus padres. Mi propio padre no podía hablar, entonces fui a buscar el silencio de mi padre en las respuestas de otras personas que tenían historias similares. Después hice otro documental que se llama La Realidad, cuando era estudiante en la escuela de cine, y todavía mi padre no podía hablar y yo pensé ahí, bueno, ya está, lo voy a dejar atrás, pero nunca logré realmente dejarlo atrás, siempre la historia me persiguió, no la podía soltar más. Cuando terminé mis estudios sentí la necesidad de retomarla y le pregunté por primera vez a mi padre: ¿Realmente vamos a hacer esto juntos, reconstruir tu historia? ¿Me das el permiso? y ahí sí aceptó. Hice todo ese recorrido para llegar a esto.

La película se hizo conocida porque en algunos medios se difundió el brutal encuentro de tu papá con el actual diputado Rosauro Martínez, pero eso quedó fuera de la edición final...

En el montaje tuve que simplificar mucho la historia porque es muchísimo más compleja que lo que se ve en la película y era demasiado difícil poner toda la información. Rosauro Martínez era otro torturador más en la historia con un perfil similar a José Pavez, también torturador del Servicio de Inteligencia, y el espectador iba a confundirlos. Era otro acto terrorífico más ya al final de la película y ya no impactaba porque ya había tanto terror que era demasiado. Tuve que reducir todo esto y dejar afuera esta escena, pero sí opté por denunciarlo en CIPER Chile y también salió un video en redes sociales de dos minutos en donde mi papá habla de eso. Está plasmado porque para Chile es importante saber estas cosas, preparamos el reportaje en CIPER para que coincidiera con el estreno de la película en Chile, el 22 de agosto en el SANFIC. Trabajé con un periodista, Nicolás Sepúlveda, y le compartí casi toda la investigación y mi testimonio. Me entrevistó muy extensamente dos veces y yo sentí la obligación de hacer esta denuncia, porque la película no es de denuncia en sí.

En una escena, tu papá se opone tajantemente a que confrontes a sus victimarios

Yo preparé todo, averigüé en dónde vivían, blindamos un auto y todo con un lente especial, y cuando le dije a mi padre que quería hacer esto y con él como testigo, en el auto, esperando, se asustó mucho y dijo “no, si tú haces esto, yo mañana me voy”. Al principio yo no entendía eso, y no lo entendía porque yo no viví el terror que vivió él en Chile; yo nací afuera, con otro sentimiento en relación a la dictadura, pero él, que es alguien que ha filmado en todas las guerras del mundo como camarógrafo y nunca demostró miedo, alguien fuerte como una roca, va a Chile y tiene miedo, se ve en sus ojos sin que tenga que hablar; y es una paranoia que nunca va a sacarse de encima. Entonces claro, él no quería que lo hiciera y yo lo respeté, no lo hice. Sí entrevisté a algunos civiles involucrados que no salen en la película, pero que negaron todo. Y me di cuenta después que si hubiese entrevistado a los victimarios ¿qué iba a pasar? Iban a negar todo, y además iban a saber que estábamos haciendo la película dos años antes de que se termine, e iba a ser peligroso. Íbamos a  tener también paranoias sabiendo que ellos sabían.

En su testimonio, tu padre dice que al principio pensaba que lo secuestraba la mafia, no entendía quiénes eran esas personas ni el aparataje detrás.

Hay una cosa muy importante también, que mi padre era un estudiante de 21 años, no tenía militancia, no tenía relaciones con el Ejército. Era alguien no más que quería trabajar, ser libre, independizarse y le tocó la mala suerte de que lo escogieron para este experimento e hicieron todo lo que hicieron con él.

Al final se infiere que se restituyó esa relación que nunca existió ¿Cómo es la relación con tu papá ahora?

Es muy diferente ahora. Compartimos cosa muy íntimas durante mucho tiempo, viajamos juntos, dormimos en la misma habitación, él compartió sus secretos con su hijo, conmigo, confiándome su historia, sabiendo que yo iba a manipularla también en el montaje y que iba a salir algo diferente, y sabiendo que todo el mundo lo iba a saber. Fue un acto de mucha confianza y amor también entre padre e hijo, que es el mensaje importante en la película. Hoy día tenemos una excelente relación, podemos ir a tomar algo juntos, en un bar, hablar de cosas diferentes, y antes no se podía, antes no existía eso, antes casi no había diálogo. Y los dos también nos hemos sanado interiormente, él tenía ese peso que todavía no podía sacar encima, de su historia que nadie conocía, que era un secreto, y ahora todo el mundo lo sabe; ese peso se lo sacó de encima y yo creo que le hizo muy bien. Y a mí también. Al reconstruir su historia, al entender lo que había pasado con él, también me sané interiormente de la herida que él le había traspasado como trauma a su hijo. Cuando no se habla se transmite el trauma, y si yo tengo un hijo, también iba a sufrir ese trauma. Lo he visto en muchas otras personas, es real, recién a la cuarta generación se pasan los traumas si uno se queda en silencio. Por eso, más importante aún es hacer un llamado a todos los chilenos que vivieron cosas traumáticas, y a los hijos, a que traten de hablar. Uno no tiene que contar todos los detalles morbosos, pero por lo menos algo, algún diálogo, aunque es difícil, yo sé que vale la pena.

Tu papá en una escena dice que cree que la película la hiciste como un regalo para él. Ha recibido hartos premios, ha tenido buena crítica y ha sido muy aplaudida por el público, pero se da a entender que la película es para tu papá, que no necesariamente está dirigida a la audiencia o al público que la ha aclamado ¿Qué ha pensado tu papá de la película?

Mi papá, cuando la vio, se emocionó, la vimos juntos con él y mi hermano. No pudo hablar, se fue en seguida y luego me mandó un mensajito diciendo que le gustó mucho, pero que es muy fuerte para él. La película le ha hecho bien pero sigue siendo fuerte; todo lo que pasamos le sigue tocando mucho, mi papá se abrió para la película y para mí, pero ya no habla de eso.

Funciones en Valparaíso

Teatro Condell (Condell 1585) a través de Insomnia Alternativa de Cine

9, 13, 14, 15, 16, 20 y 23 de septiembre | 19:00 hrs. | Valor: $ 1.000