Balance Cinematográfico: Las mejores películas del 2018 según nuestro crítico de cine

Balance Cinematográfico: Las mejores películas del 2018 según nuestro crítico de cine

21 Diciembre 2018

Cintas de realizadores como Paul Thomas Anderson, Hong sang soo, Alfonso Cuarón y Lucrecia Martel figuran entre lo  más destacado del año.

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Por Marcelo Macellari

Las mejores cintas vistas en la cartelera local este año que termina incluyen un viaje a la infancia del realizador mexicano Alfonso Cuarón (“Roma”), un melodrama intenso y fatal de la mano de Paul Thomas Anderson  (“El hilo fantasma”), la exquisita sensibilidad del realizador coreano Hong Sang-soo (“El día después”), una historia “come in age “ narrada con encanto por Greta Gerwig (“Lady Bird”), el sensible retrato del romance entre un adolescente y un joven universitario en la Italia ochentera (“Llámame por tu nombre”), un thriller político dirigido con mano firme por Steven Spielberg (“The Post”), una parodia basada en hechos reales y con el sello de Spike Lee (“El infiltrado del KKKlan”),  la crítica social y la fantasía distópica de Wes Anderson (“Isla de perros”), un retrato intimista de la carrera especial en lo nuevo de Damien Chazelle (“El primer hombre en la Luna”),  otra muestra del cine radical de Lucrecia Martel (“Zama”),  el divertido génesis de una de las peores películas de la historia, en una comedia dirigida por James Franco (“The disaster artista”) y uno de los puntos altos de las películas de superhéroes (“Black Panther”).

A continuación, un resumen con los estrenos más destacados del año.

Roma: Ganadora del León de Oro en Venecia, esta película  es un conmovedor viaje al pasado del realizador Alfonso Cuarón, que recrea su barrio de infancia para contar la historia de una familia de clase media alta en el México de principios de los 70. Filmado en blanco y negro y de una belleza apabullante, el filme es un relato majestuoso e íntimo a la vez. 

 

El hilo fantasma: ambientado en la Inglaterra de los años 50, este drama de Paul Thomas Anderson narra el romance entre una camarera y un diseñador que viste a la aristocracia. Se trata de un drama íntimo, pero lleno de significados y múltiples capas. El director de “Magnolia” muestra como el amor se va enredando con el dolor, los traumas de personalidad y las obsesiones de los amantes. Una cinta soberbia.

 

El día después: el cineasta coreano Hong Sang-soo despliega con gran elegancia el drama sentimental de un crítico literario atravesado por sus deseos, sus temores y la disyuntiva de tener que elegir entre su esposa, su amante y la posibilidad de un nuevo amor. Filmada en un exquisito blanco y negro, la película aborda con maestría las complejidades existenciales que abaten al protagonista.

 

Lady Bird: la actriz Greta Gerwig (“Frances Ha”) debutó en la dirección en solitario con esta comedia agridulce protagonizada por Saoirse Ronan. La producción, que pertenece al cine indie,  se sumerge en el vínculo conflictuado entre una madre y su hija adolescente. Y lo hace con encanto e ironía, en un relato a veces descarnado sobre la juventud.

 

Llámame por tu nombre:el director italiano Luca Guadagnino (“Yo soy el amor”) adaptó de manera notable la novela de André Aciman,  bello relato sobre el despertar sexual de un adolescente quien inicia un romance con un alumno de su padre, quien es 10 años mayor. Ambientada en la Italia de 1983, “Llámame por tu nombre” no es tanto una historia de transición a la adultez, sino hacia la sensibilidad.

 

The Post: un thriller político narrado a la manera clásica por Steven Spielberg, que se ambienta en los años 70, pero que habla de temas tan actuales como la libertad de prensa y el rol de la mujer en la sociedad. La trama se centra en la disputa que enfrentó el periódico The Washington Post para publicar en 1971 los llamados Papeles del Pentágono, documentos secretos sobre la Guerra de Vietnam. Tom Hanks está muy bien en su papel y Meryl Streep tiene un desempeño brillante, como siempre.

 

El infiltrado del KKKlan:una comedia, una parodia, un homenaje al cine blackxplotation de los 70, un thriller, una historia de amor y una furibunda manifestación contra el racismo. Todo eso es la última cinta de Spike Lee que, increíblemente, está basada en hechos reales: un policía negro y un colega judío logran infiltrarse en el KKklan.

 

Isla de perros: Esta historia que mezcla el relato distópico con la aventura de iniciación vuelve a dejar claro que  Wes Anderson sigue fiel a sí mismo. Cada plano de “Isla de perros” está diseñado con el gusto por el detalle y el cuidado en la composición del director de “El gran hotel Budapest”.  Humanismo y crítica social en formato stop motion.

 

El primer hombre en la Luna: tras el éxito del musical “La La land”, Damien Chazelle cambia de giro para contar la historia de la misión de la NASA que llevó a Neil Armstrong a la Luna. Sin embargo, no estamos aquí ante un filme épico, con efectos espectaculares y exaltaciones de patriotismo, sino un relato  íntimo, que evita la grandilocuencia,  dibujando la compleja personalidad de Armstrong a través de diferentes momentos de su vida.

 

Zama: la directora argentina Lucrecia Martel, responsable de títulos tan personales como “La ciénaga” y “La mujer sin cabeza”, no adapta la novela homónima de Antonio Di Benedetto (ambientada en el siglo XVII), sino que la reinterpreta en una narración sin una estructura lineal. El filme es una experiencia sensorial y anímica.

 

The disaster artist: el actor James Franco filma muchas películas como director, con resultados dispares. Uno de sus mejores logros es esta comedia, la cual muestra la génesis de “The Room” (2003),  cinta dirigida por el enigmático Tommy Wiseau que, amén de convertirse en candidata al título de peor película de todos los tiempos, generó un fenómeno de culto. Franco aborda la creación del filme no desde la sorna, sino desde la curiosidad y el cariño.

 

Black Panther: la primera película de superhéroes de Marvel con elenco afroamericano casi en su totalidad es mucho más que un espectáculo visualmente sorprendente.  No parece una cinta de superhéroes, sino más una fantasía romántica: emocionante, subversiva y divertida. Y muy política.