Insomnia Teatro Condell: "Palabras como "cierre"o "quiebra" son más reales de lo que uno pudiera imaginar"

Insomnia Teatro Condell: "Palabras como "cierre"o "quiebra" son más reales de lo que uno pudiera imaginar"

02 Julio 2020

El equipo lo componen ocho personas y no es atípico que sus funciones, con películas recién estrenadas o clásicos del cine mundial o del "under", estén absolutamente repletas. Tienen una base de público muy fiel. Pero todo cambió en el estallido social y se profundizó con la pandemia.

Oscar Aspillaga P. >
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Leonardo Torres es el representante legal, diseñador y productor de la sala Insomnia Teatro Condell. También apoya en tareas de proyección y programación. Es que para mantener un espacio como este, íconico de la ciudad de Valparaíso y una de las últimas salas de cine que van quedando, hay que obligatoriamente tratar de hacerlas todas. 

Su trabajo en Insomnia comenzó el 2006, "casi como un hobby", aclara, pero desde el 2011, cuando se asociaron al Círculo de Amigos del Teatro Condell, junto al recordado Guillermo Hinzpeter, ya comenzó a ser algo que empezó a tomárselo profesionalmente.

Hoy en día el equipo lo componen ocho personas y no es atípico que sus funciones, con películas recién estrenadas o clásicos del cine mundial o del "under", estén absolutamente repletas. Tienen una base de público muy fiel. 

Pero todo cambió en el estallido social y se profundizó con la pandemia. 

¿Cuál es la situación actual del teatro Condell - Insomnia?

Desde el 16 de marzo Insomnia-Teatro Condell cerró sus puertas debido a las recomendaciones sanitarias, y con ello, se paralizaron una serie de acciones que teníamos contempladas para este año. Desde nuestras funciones de cine con estrenos e invitados, actividades de formación gratuitas con organizaciones sociales y juntas de vecinos. Todo quedó relegado hasta una fecha incierta. Esto por supuesto, pegó fuerte en nuestro equipo humano, en el ámbito financiero y en cómo proyectábamos el 2020. El año 2019 fue un año de inversiones y gastos, y éste 2020 sería un periodo de reactivación económica, dado por las nuevas instalaciones, los nuevos equipos y una nueva programación que proyectaba salir de deudas y auguraba un muy buen año. Es un complejo escenario a nivel planetario para la cultura y las artes, para los trabajadores independientes y para los cines alternativos porque dependemos de la venta de tickets, de los públicos y de la asistencia a nuestras funciones. Hoy, palabras como "cierre"o "quiebra" son más reales de lo que uno pudiera imaginar.

Junto con la Red de Salas de Cine de Chile a la cual pertences , ¿cuáles medidas de reactivación han propuesto y/o discutido como asociación?

Justamente hace unas semanas cumplimos tres años desde la creación de la Red de Salas de Cine de Chile (https://redsalas.cl/) y un año desde que somos Gremio de Exhibidores Independientes, lo cual ha sido fantástico porque el trabajo colaborativo con pares afines es esencial para avanzar en conjunto y compartir ideas e ideales. Estamos realizando talleres online gratuitos sobre apreciación cinematográfica y un cineclub a cargo del crítico Christián Ramirez, así como cineforos y diversas acciones en redes sociales. Junto con el pronto relanzamiento de nuestro sitio web, presentaremos un sistema VOD de exhibición, con largometrajes y documentales nacionales, latinoamericanos e internacionales, para seguir conectados con nuestras audiencias e intentar solventar gastos de las salas. Ha sido un intenso trabajo el volcarse a lo online, puesto que nuestra vocación es la experiencia presencial en una sala de cine y no nos cansaremos de decir que el cine se ve mejor en el cine, en una sala oscura, llena de desconocidos compartiendo una obra audiovisual. Esa, es magia.

¿Cómo crees que ha sido el apoyo al mundo cultural de parte del Gobierno? ¿Hacia dónde debería apuntar?

Creo que ha faltado apoyo y se dan señales confusas de cómo se avanza. Por un lado, como organización nos han rechazado diversos créditos de ayuda y los bancos nos evitan. Y por otro lado, desde el Mincap han propuesto algunas medidas en las cuales la concursabilidad es para algunos y el aporte directo es para otros. No se entiende esa lógica de división. Hemos hecho miles de encuestas a lo largo de los años que llevamos en esto y aún así no tienen claro el panorama global de cómo funcionan las instituciones que financian. Creo que con esta pandemia nos damos cuenta de lo frágil del mundo cultural y artístico, y cómo quienes trabajamos día a día en cultura, nos sumimos cada vez más en el desamparo de no saber cómo sobrevivir. El Estado debiera ser un protector de las audiencias cautivas, y de los espacios construidos desde una lógica público-privada, evitando recortes presupuestarios y más aún, aumentando los pocos montos que se invierten en la creación y el pensamiento. No estamos en guerra como para gastar en la milicia, no es necesario. Me inquieta que, tanto hemos avanzado para lograr que la gente asista a espectáculos de calidad, que perderlos por un manejo poco asertivo en la protección de espacios y trabajadores por la cultura, me parece terrible. Aquí aún hay tiempo de cambiar el rumbo y escuchar las propuestas que nacen de los propios gestores, esos que saben realmente cómo funciona el engranaje cultural. Una visión de adentro, no una vista desde arriba. Necesitamos un liderazgo que hasta ahora, no se ha hecho presente. Y se nota.

Estamos en plena incertidumbre, pero ¿cómo visualizas que podría ser la vuelta del público a los cines?

La vuelta, lamentablemente, será super lenta. Volverán primero las audiencias cautivas, esas personas que nos visitan día a día: estudiantes, vecinos, amigos.  Pero con las medidas sanitarias y de contención aplicadas a los espacios no sé si podremos remontar en números lo que habíamos logrado. Quizás soy un poco pesimista, pero la normalidad de los espacios culturales, incluído Insomnia, no se verá hasta 2021. Es un largo camino para recuperar las confianzas en la participación colectiva. Sin embargo, ya pensamos en la vuelta como un acto de resistencia: las experiencias artísticas deberán ser atractivas y novedosas. Retornaremos con muchos estrenos pendientes del primer semestre y nuevos del segundo, tenemos una lista de invitados con quienes queremos conversar. Tenemos nuevas butacas restauradas y pronto un nuevo telón, más grande. Las butacas restauradas son las originales de la sala, y fueron restauradas por Xiloscopio restauración patrimonial. El piso y las nuevas instalaciones como el baño inclusivo fue realzado por Econstruye constructores.
Las obras de restauración fueron financiadas por el Programa de financiamiento de infraestructura cultural pública y/o privada del Mincap, junto con un aporte realizado a través de la ley de Donaciones Culturales. Las obras fueron ejecutadas en un 60% y buscamos financiamiento para completar el nuevo escenario, camerinos, baños y sala de proyección. Esperamos retomar estas tareas durante 2021.
Las ganas de volver están todos los días. Pero para ello necesitamos sobrevivir esta ola.

¿En qué parada crees que estará el mundo cultural porteño una vez que se pueda volver a la "normalidad"?

Creo que será esencial trabajar en conjunto. Lo colectivo y el apoyarse mutuamente será una nueva práctica, que viene de esta nueva normalidad. Hemos recibido apoyo de diversas organizaciones como Parque Cultural de valparaíso, por ejemplo, con quienes hemos realizado un cineforo para promocionar nuestra campaña "Un salvavidas para INSOMNIA", que busca aportes monetarios para resolver deudas importantes. Ese es el camino, potenciar a tus colaboradores cercanos y a los que no son tanto, porque así se fortalecen las audiencias de cada espacio, y se puede llegar mucho más a una comunidad, a entender el territorio. El tiempo de trabajar en pos de una gran escena cultural de Valparaíso se hace necesario. Valparaíso ha perdido el rumbo en ese sentido, y se ha acostumbrado a una cultura de la fealdad y de la autodestrucción porque si. Creo que es momento de derribar ese mito de Valpo, que acá todo está permitido, que somos el patio trasero del carrete. Queremos belleza en las calles, en los lugares icónicos, que el porteño se enorgullezca de vivir aquí, que lo cuidemos. Eso falta. Esperamos sobrevivir para poder ayudar a construir una mejor sociedad, más consciente de lo que podemos lograr si trabajamos con un norte claro. Que lo vivido desde octubre en adelante no se olvide y luchemos por una cultura participativa y abierta para todos.