Puro Chile en Vinilo: Rebeldía y helados en el Coppelia

06 Julio 2020

“In” Coppelia (1967) es una antología. Una antología musical, cuyo objetivo es ofrecer una imagen sonora de lo que la juventud nacional escuchaba en los 60’s, en la segunda mitad de esa década, para ser más precisos. 

Oscar Rosales >
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Las antologías son objetos interesantes: en la disciplina artística que sea, su aparición siempre trae aparejada la puesta en tensión del campo de receptores. La pugna es inevitable, surgen los cuestionamientos a la validez de la muestra, ya sea por lo que incluye como por lo que excluye. 

Y es que su cometido es osado: presentar un muestrario que sea representativo de un momento creativo, una tendencia o temática específica. Apostar a la precisión y certeza en ello, es pecar de pretensioso. Por lo mismo, y para evitar complicaciones, lo más recomendable es asumir estas selecciones como lo que son: cartas de navegación, hojas de ruta para explorar un territorio, una vista panorámica, pero jamás un índex total. Son manuales para delinear un fenómeno, mas no para definirlo de forma absoluta. 

“In” Coppelia (1967) es una antología. Una antología musical, cuyo objetivo es ofrecer una imagen sonora de lo que la juventud nacional escuchaba en los 60’s, en la segunda mitad de esa década, para ser más precisos. 

Si bien la selección está restringida a los artistas nacionales e internacionales cuyas licencias manejaba el sello editor, RCA Víctor, hay presencias bien interesantes de algunas subsidiarias que dependían de esta casa matriz, como el mítico sello UES, que aporta temas de los legendarios Vidrios Quebrados y los siempre impredecibles Beat 4. El tracklist produce mezclas curiosas, como escuchar a los Larks junto a Bárbara y Dick, a Los Mac’s, en su etapa de transición hacia Kaleidoscope Men, compartiendo surcos con Los Iracundos o los mencionados Vidrios Quebrados seguidos de Palito Ortega. No obstante, el tono general no ofrece disonancias, pues estos artistas constituían efectivamente la música juvenil más popular de aquel período dado a la permanente imitación del fenómeno foráneo; en pocas palabras, era lo que estaba “In” o a la moda en materia musical. 

El atractivo adicional de “In” Coppelia es que tiene una condición cronotópica, pues establece su concepto fijándolo en coordenadas de tiempo y lugar. El “In” ya nos anuncia un conjunto de obras que impactaron en una época y en un segmento determinado de la sociedad. Pero desde el título también se emplaza un lugar específico: El Coppelia. Este salón de té y heladería, ubicado en Av. Providencia, abrió sus puertas en 1949 y se convirtió con el paso de los años en el exclusivo punto de encuentro de la juventud, que se reunía ahí durante las tardes no para una beberse una chelita o bajar una piscola, sino para tomar helado. Ese era el espacio que configuraba el imaginario juvenil de aquel entonces, la meca de nuestros moderados y más acomodados coléricos. A finales de los años 60’ se inauguraría muy cerca del Coppelia la galería comercial Drusgtore, que le daría un plus a esta cartografía que Ángel Parra cantaría en mordaces líneas en su disco “Canciones Funcionales” (1969).

La presencia de importantes pioneros de nuestro rock, como Vidrios Quebrados, Los Mac’s y Beat 4, le dan categoría de imperdible a este long play y lo convierten en uno de los buenos recopilatorios editados por la industria discográfica local.  

Vamos a pinchar algo este vinilo que en su carátula utiliza un diseño de color y formato muy similar al del álbum “Nueva Sociedad” (1967) de Los Jockers, quienes, curiosamente, no figuran en este LP con su música, pero sí con su imagen, pues están presentes en las fotos de portada, entre las cuales se incluye una de ellos tocando arriba de un camión junto al Coppelia, show que finalizó con la agresión que sufrieron a manos de cadetes de la Escuela Militar.

Viajemos entonces a la picada de la vieja juventud criolla, conducidos por las melodías de los Los Mac’s y su “Qué Clase de Sentimiento”.