¿Qué es Valparaíso?

La joya del Pacífico le llamaban algunos ¿Quedará algo de esa joya hoy en día? Es un cuestionamiento válido que cada uno de nosotros como porteños debemos hacernos a modo de "mea culpa", pues por lo que yo veo las únicas joyas que tendremos y que celebraremos serán las nuevas y relucientes torres de más de quince pisos emplazadas en nuestros cerros y por supuesto los nuevos centros comerciales que pretenden engalanar nuestro alicaído barrio Almendral.

Es justo también que cuestionemos a nuestras autoridades y 'aspirantes a ...' en especial a don Jorge Castro, edil de nuestra ciudad, que con eficiencia y absoluta ausencia de burocracia han aprobado estos megaproyectos en desmedro de decenas de obras que aún están pendientes. Y no me refiero a esta notable cortina de humo con la cual se está coloreando las fachadas de las casonas de nuestra comuna, sino al abandono vial de las  principales arterias de nuestros cerros, una intervención real y definitiva a nuestros Mercados (Cardonal y Puerto), la remodelación del antiguo edificio de la compañía chocolatera Hucke, quienes sí fueron una empresa que aportó a nuestra comunidad, no como su última propietaria de aquel inmueble ubicado en General Cruz, me refiero a la empresa distribuidora eléctrica Chilquinta.

Y así podemos estar enumerando muchísimas de otras que están en el olvido. Nuestra ciudad está sumergida en el más completo abandono. Hoy por hoy los polos de inversión no apuntan a una sustentabilidad comercial de nuestra ciudad, sino que por el contrario, apuntan más bien a una extracción de recursos pecuniarios y de esta forma perpetuar el lánguido lamento de este puerto y su gente.

Como porteños tenemos la obligación de detener este abuso perpetrado por nuestras autoridades, por empresarios y por muchos de nuestros vecinos, quiénes esperando a algún hada madrina con promesas electorales rimbombantes les solucione la problemática del desempleo y de una mejor calidad de vida.

Actualmente, la ciudad de Valparaíso se sustenta gracias al turismo y al arte, sin éstos elementos la ciudad sería el homónimo de la comuna de "Lota" en la octava región. Es por esto que los invito a cuidar nuestra ciudad y a luchar por ella, no es justo que vivamos en un lugar "pintoresco" para quiénes bajan de los cruceros que año a año enriquecen las arcas de una empresa que no aporta en nada a nuestra comunidad.

El gobierno local no tiene un objetivo claro en este aspecto y ninguno de los candidatos a la alcaldía ha presentado un real plan de salvataje para defender lo poco que nos queda: nuestra idiosincrasia y nuestra cultura. Valparaíso no puede depender solamente de la casa de Pablo Neruda o de la fiesta de Año Nuevo, menos de los Carnavales Culturales.

Valparaíso somos todos y juntos debemos defenderlo. Basta de esperar, debemos exigir nuestros derechos como los 'choros' que decimos ser boca para afuera, pues al momento de que nuestra autoridad se debe enfrentar contra los grupos económicos, misteriosamente los cinturones se les sueltan y sus pantalones caen estrepitosamente soltando y dejando entrever billeteras suculentas mientras la gente se pierde en sus gritos ahogados de igualdad, respeto y desarrollo.

Valparaíso no es eterno, debemos protegerlo ¿Qué es Valparaíso? Los invito a preguntarse esto, pues de esa respuesta depende el futuro de nuestra ciudad.