[VIDEO] ¿Han escuchado alguna vez un didgeridoo? El sonido de la Tierra fabricado en Valparaíso

[VIDEO] ¿Han escuchado alguna vez un didgeridoo? El sonido de la Tierra fabricado en Valparaíso

05 Mayo 2020

Pues precisamente el sonido que emerge de este particular instrumento lo podemos relacionar con los sonidos de nuestro planeta, y que mejor que presentarles a Andrés Valdivieso, quien ya hace varios años se dedica a la construcción de ellos.

Héctor González... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano
¿Han escuchado alguna vez un didgeridoo? O cambio la pregunta, ¿han escuchado el sonido de la tierra justo antes de comenzar a temblar? Yo creo más de alguno sí, sobre todo si por motivos de trabajo o insomnio se han quedado despiertos hasta altas horas de la noche. Si a mi me preguntan, muchas veces he tenido ese privilegio, suena raro que lo diga así, pero siendo honestos, junto con las marejadas, los temblores son de las manifestaciones naturales que más me asombran. Es una sensación de miedo y excitación, de no entender lo que está pasando, puede que simplemente reaccione a un instinto básico de supervivencia, una reacción primitiva que ahora trato de racionalizar.

¿Pero por qué les cuento esto? Volvamos a la pregunta inicial; ¿Han escuchado un didgeridoo? Pues precisamente el sonido que emerge de este particular instrumento lo podemos relacionar con los sonidos de nuestro planeta, y que mejor que presentarles a Andrés Valdivieso, quien ya hace varios años se dedica a la construcción de ellos. Acá les comparto la conversación que tuvimos.

¿Que te llevó a comenzar a construir didgeridoo?

Es habitual cuando uno comienza a tocar, ver árboles o troncos que por su forma, pueden ser fácilmente un Didgeridoo. Ahí es cuando se crea una de las primeras conexiones del ser humano con la naturaleza, a través del instrumento. Entonces yo andaba como loco mirando por las calles, todas las posibilidades en distinos árboles.

Por otro lado, mi papá siempre me incentivó a utilizar herramientas de trabajo y comencé a fabricar yo mismo todo el mobiliario de mi habitación, como mi cama, repisas, escritorio etc. Entonces al conocer el instrumento, tenía la ventaja de que ya sabía usar algunas herramientas que me podían servir para la idea mental que tenía de cómo poder construir mi propio didgeridoo. Sólo faltaba encontrar la madera

De la mano a eso, investigué por internet y con otras personas que ya conocían bien el instrumento, para tener una referencia de cómo conseguir el resultado a través de distintos métodos, ya sea perforándolo o abriéndolo en dos partes.

Ya teniendo todos los ingredientes listos, comenzó el 2011 esta investigación que no ha parado

¿Como fue tu proceso de aprendizaje para la construcción?

Como era un instrumento muy poco conocido, el camino del aprendizaje fue principalmente autodidacta. A pesar de eso, algunas personas me dieron consejos que marcaron mi camino para tener una guía de inicio y desde ahí comenzar a explorar.

Algo que me ayudó bastante, fue participar de distintos encuentros donde tuve la posibilidad de probar decenas de instrumentos diferentes y asi conocer las distintas respuestas que puede tener, si cambias una sola medida en algo. Ahí descubrí que no es sólo un palo ahuecado y que tiene cierta coherencia.

Lo demás ya lo hizo la práctica y el hacer uno, tras otro, tras otro, tras otro.

¿Qué es lo que experimentas al momento de fabricar uno? Y cuando lo haces, ¿ya imaginas como sonará?

Cada didj nace primero en la mente. Las dimensiones de un tronco me permiten distintas posibilidades de respuesta. Eso significa, que primero debo pensar en el resultado final y luego ver qué maderas me sirven para lograrlo.

En el proceso de construcción debo estar muy atento a cada paso que doy porque un leve cambio puede generar un resultado bastante alejado a lo que se buscaba. Cada cierto tiempo hago pruebas para obtener o mejorar las respuestas de cada línea de los didjs que hago, y eso hace que deba corregir en el siguiente, la medida que decidí y que me entregó algo no deseado

Sin duda que en cada una de las piezas que hago, busco corregir todos los detalles que se me escaparon con el anterior que fabriqué, para perfeccionar todos los que vendrán a continuación. Es un proceso de aprendizaje permanente.

Escuchar un didgeridoo, es como escuchar los sonidos de la naturaleza amplificados. Es un sonido muy visceral, como si vinieran de las entrañas de uno mismo, de las entrañas de la tierra. Que nos puedes comentar al respecto?

Dicen que si la tierra tuviese una voz, sería la del didgeridoo.

Su sonido es provocado por la vibración de la madera al pasar el aire, movimiento similar al que genera el planeta cuando busca expresarse. Sin duda es un sonido que llama mucho la atención por su profundidad inigualable.

Lo entretenido de este instrumento, a diferencia de una guitarra o una flauta, es que los sonidos son generados por la persona que lo toca, usando distintas partes del cuerpo, entonces hay una interacción entre el emisor y el receptor muy grande. El didgeridoo interpreta y amplifica con su propia voz, lo que la persona le dice.

 Andrés, construyes un instrumento muy particular, relacionado con el entorno de los aborígenes australianos, ya que de sus árboles, lograban construir este instrumento de viento. ¿De que manera Laguna Verde, lugar en el que vives, te ayuda o influencia para su construcción?

Cuando salgo a recolectar maderas, lo que siento dentro de mi es que mis células en ese momento, están recordando información de hace miles de años.

Vivir en Laguna Verde para mi es como que un minero viva en una cueva llena de oro. El material principal está a la mano y en abundancia. A veces salgo a pasear con mi hijo y encuentro maderas hermosas, listas para trabajarlas.

Habitar el bosque me ayuda a conectar con mis raíces ancestrales y a estar en el presente. Me ayuda a entender el mensaje y a propagarlo.