Desde hoy Chile es parte del Programa de Empleabilidad NEO, iniciativa pionera que tiene como objetivo mejorar el acceso al trabajo  de los jóvenes en situación de vulnerabilidad de América Latina y el Caribe, constituyéndose así en el 9° país de esta región en integrarse.

Con la firma del convenio en la sede del Gobierno Regional en Valparaíso y liderado por el intendente Gabriel Aldoney, se estableció una alianza entre distintos ámbitos público-privado para fortalecer la capacidad de proveedores de empleos, movilizar empresas para ofrecer pasantías, preparar jóvenes para el mercado del trabajo en igualdad de género y lograr tasas de inserción laboral de los egresados.

La posibilidad de ir generando herramientas para terminar la vulnerabilidad social, es el eje que puso en relieve el intendente regional Gabriel Aldoney. “Yo quiero destacar este convenio, ya que es una instancia que nos permite trabajar en pos de ir eliminando la vulnerabilidad que principalmente afecta a los sectores más jóvenes que muchas veces están llenos de restricciones al ingreso al empleo, ya sea por problemas sociales, por falta de acceso a los sistemas educativos o por razones económicas. De ahí, que esto se vuelva un doble desafío, ya que si nosotros no actuamos la brecha va a ser cada día mayor, ya no solo por el acceso al uso de la tecnología, sino por las nuevas exigencias que hoy día cada uno de nosotros vamos haciendo por ello es tan importante este tipo de capacitaciones.

En Chile forman parte de esta alianza los ministerios de Educación, (Área de Formación Técnica), del Trabajo (a través de Sence e Injuv). Por el sector privado la integran ASIVA, Arcos Dorados (empresas McDonald’s) y Microsoft, además del organismo ejecutor –la Fundación de la Universidad de Playa Ancha- representada por el presidente del directorio Patricio Sanhueza Vivanco, quien valoró el hecho de que la Universidad de Playa Ancha a través de la fundación, pueda aportar al proceso formativo de los jóvenes. “Creo que sin esto no tienen tantas esperanzas de cambiar sus  vidas y justamente esta conjunción de voluntades de distintos organismos nacionales e internacionales, más el sector privado, más la educación superior provoca y produce un cambio sustancial de la manera como se hacen las cosas”.

Asimismo, Fernando Montenegro, Jefe de Operaciones de la Representación BID en Chile, hizo énfasis en la necesidad de seguir trabajando en América Latina con el compromiso de mejorar vidas. “Se ha trabajado mucho en aumentar la cobertura en educación, pero existen brechas en cuanto a la habilidades que tienen nuestros jóvenes para integrase a ese primer trabajo, es así que surge este programa que busca dar oportunidades de empleos. Se quiere apoyar a 12 mil jóvenes, de los cuales un 50% son mujeres, para lograr la creación de 3 mil nuevos empleos en el sector privado”.

En América Latina y el Caribe 148 millones de jóvenes de 15 a 29 años de edad representan el 40% de la población en edad laboral. Sin embargo, 1 de cada 5 jóvenes no estudia ni trabaja; uno de cada tres está en situación de riesgo; la tasa de empleo es hasta 3 veces mayor que la adulta y 6 de cada 10 puestos de trabajos ocupados por jóvenes son informales.

A propósito de las cifras antes mencionadas, el director nacional del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) Pedro Goic,  se refirió a la importancia de poner un énfasis cada vez mayor en el fomento al acceso al empleo. “Un desafío para nuestro Servicio que ha asumido fuertemente a través del programa Más Capaz, medida presidencial, y que ahora viene a complementarse con los objetivos del proyecto NEO, el cual forma un círculo virtuoso público-privado que va en beneficio de miles de jóvenes”.

Por su parte, el director del Instituto de la Juventud (Injuv) Nicolás Farfán, valoró  esta instancia, ya que la consideró  como una gran mesa de diálogo  entre gran parte de los actores de la  realidad laboral juvenil, que permitirá buscar disminuir la desigualdad  de género y de desigualdad social. “De acuerdo a la última Encuesta Casen  del año 2013, más 588 mil  jóvenes no estudian ni trabajan, de las cuales 380 mil mujeres se encuentran imposibilitadas de trabajar porque están dedicadas a las labores de hogar no remuneradas, de ahí lo imperioso de romper este círculo de desigualdad tanto en género como en acceso social. Por ello, en esta oportunidad no solo hablamos de entregar conocimiento, sino que también de ser capaces de entregar habilidades que nos permitan facilitar el desarrollo humano”.

El trabajo, antes de llegar a esta instancia, fue arduo en el país. Después de constituido el grupo en Chile, se conformó un panel de expertos para formular propuestas, los componentes claves y el perfil de los beneficiarios. Esto fue propuesto a la misión BID-Fomin a fines de abril, aprobado en el mes de agosto y firmado hoy.