Opinión: Burocracia, el Laberinto de Creta

Opinión: Burocracia, el Laberinto de Creta

20 Septiembre 2014

Como en el mito griego, se requiere en Chile y en muchas partes del mundo del hilo conductor de Ariadna, para poder sortear los numerosos obstáculos burocráticos y salir con vida como le aconteció a Teseo.

Antonio Horvath >
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Son muchos los programas, emprendimientos públicos, privados y comunitarios que tienen que sortear un laberinto de requisitos, para poder materializarlos.

En Chile tenemos 5.000 MW de Energías Renovables No Convencionales, 2.000 de Cogeneración, 2.600 que se pueden evitar por Eficiencia y más de 1.000 por generación Residencial y de Pymes. Sin embargo, los reglamentos y procedimientos para obtener los permisos antes de la realización de las obras, resultan numerosos y asfixiantes.

Son muchas las dificultades para acceder a un curso de capacitación, la recepción de una obra, un derecho de agua y servidumbre de paso. Hay permisos que son ineludibles, pero tienen que estar dentro de lo razonable. Por cada pequeña central hidroeléctrica hasta 40 MW, además de los permisos, no se puede esperar que cada una de ellas tenga su propia línea de transmisión. Existe un instrumento de poder pagar la proporción de todos los integrantes mediante un instrumento CORFO, que hay que acelerar.

Con motivo de la inauguración de la Mina Caserones en Atacama, se observó que habían tenido que sortear 701 carpetas y permisos con servicios y autoridades distintas.

Esta maraña de requisitos, tiene tanta importancia como la obra o proyecto mismo, lo que resulta desproporcionado.

En Chile tenemos una difícil herencia de la época de la Conquista y Colonia Española, muy apegada al legalismo y a las formas, que finalmente hace o exige que los funcionarios no puedan atreverse en muchos casos a facilitar el cumplimiento de los objetivos.

Esto ha llevado a que prospere una nueva profesión y casi ciencia: La Permisología, que hacen muy difícil y particularmente para las personas con menos medios, el financiamiento y el capital para esperarlos.

Claramente este no es el Chile que deseamos y junto con el fuerte impulso de proyectos públicos y privados, para la construcción de infraestructura, energía, viviendas, programas especiales para las Zonas Extremas, la puesta en valor de los recursos naturales y del territorio, es necesario contar con Planificación Estratégica Participativa, que con anticipación permita sortear este laberinto de la burocracia.