El posible regreso al voto obligatorio

17 Noviembre 2014

Abstención en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del año 2013 llegó al 58%.

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Continúan las reacciones frente a la propuesta del Partido Demócrata Cristiano que buscareponer el voto obligatorio. A pesar que la idea ha tenido eco en la oposición y el oficialismo, el gobierno no considera abordar la iniciativa, por lo menos, en lo que queda de este año.

Desde la DC plantean que hay más inscritos y menos representación. Lo que cuestiona lalegitimidad de las autoridades electas. Por otra parte, desde Renovación Nacional están abiertos a estudiarlo, pero dicen que la cantidad de votos, no es el problema.

Pese a que el voto voluntario tiene dos años de vigencia y fue implementado en el Gobierno de Sebastián Piñera, la discusión continuará entre incentivos a la participación electoral en el actual sistema o la posibilidad de reestablecer el voto obligatorio. 

Más detalles, en el video adjunto. 

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Imagen de Henry Ackmann

Dificil de dar una opinión

Dificil de dar una opinión imparcial y constructiva en el tema del voto voluntario. Digo así por qué los chilenos en el exterior mostraron siempre su descontento por ser discriminados en el cumplimiento de ese derecho cívico desde los tiempos dictatoriales pasando por algunos gobiernos de la Concertación. Sin embargo, los ciudadanos en el territorio no acuden masivamente a las urnas y no siendo el "voto obligatorio", no están incurriendo en ninguna falta o delito. La cuestión de fondo es conocer la indiferencia de los ciudadanos hacia la política, es igual que asuma Pedro, Juan o Diego, aunque cada uno diga representar al pueblo y gobernarian para y por el pueblo. Los democrátas cristianos más que tratar de imponer leyes obligatorias a la sociedad, deben hacer una encuesta pública amplia, con preguntas que atañen la vida diaria del ciudadano, sus inquietudes, sus preocupaciones por el diario vivir y por el futuro, su opinión de los políticos en general y allí verán con seguridad cúan desengañados y desencantados están de los políticos y de ahí pueden propiciar cambios reales, acercarse más a la gente, vivir más la realidad de los ciudadanos, un parlamentario con un sueldo de ocho millones de pesos mensuales no vive igual que un trabajador con un sueldo de 300.000 pesos mensuales y toda la clase política chilena ya se olvidó de sus representados. Esto no se soluciona con imponer leyes dictatoriales.