El test de los alcaldes: popularidad o populismo

El test de los alcaldes: popularidad o populismo

07 Mayo 2020

En esta desconexión entre autoridades y ciudadanía, los alcaldes tienen una ventaja por estar presentes en los territorios y disponer (eventualmente) de una permanente vinculación con el tejido comunal.

Francisco Rique... >
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Por Francisco Riquelme López 

Desde el estallido social de octubre 2019, los alcaldes y alcaldesas tomaron una posición de mayor protagonismo nacional. La crisis de confianza de la política, en particular con el Ejecutivo y el Parlamento, les otorgó a los municipios una oportunidad de capitalizar reputación y apoyo, que en algunos casos ha sido muy fructífero.

La encuesta Criteria de marzo arrojó que un 54% de los sondeados consideran que los alcaldes han reaccionado oportunamente durante la pandemia del coronavirus, versus un 13% para el Gobierno y un 4% para los diputados y senadores. La última Cadem, por su parte, otorgó un 75% de aprobación a los jefes comunales en esta crisis sanitaria. 

Según un informe de Conecta Media, entre el 15 y 31 de agosto 2019 las apariciones de los ediles llegaron a 1.327, mientras que post estallido, en la quincena del 15 al 31 de diciembre, a 3.070. Pero el salto sustancial fue durante esta crisis del Covid-19, con 7.965 presencias en televisión durante el período del 15 al 31 de marzo 2020. 

¿Cuánto de esta popularidad es reputación? ¿O estamos ante una ola de populismo coyuntural? 

La crisis de confianza en la clase política tiene una causa sustancial en la desconexión de las autoridades con las personas y los territorios, por lo tanto, con las problemáticas que existen en las comunas en su cotidianidad. Ejemplos de esto hay muchos: las recordadas declaraciones de ministros que sugirieron levantarse más temprano para usar el metro; trabajar 12 horas al día para tener reducir la jornada laboral; o las más recientes: ir a tomarse un café o una cerveza con los amigos, manteniendo la distancia física.

En esta desconexión entre autoridades y ciudadanía, los alcaldes tienen una ventaja por estar presentes en los territorios y disponer (eventualmente) de una permanente vinculación con el tejido comunal. Esto les otorga mayores licencias discursivas en su reconocimiento como portavoces del malestar y preocupación de las personas. En esto les resulta válido asumir un papel de representatividad e interpretación de las necesidades locales, con genuino compromiso público.

Pero también está el populismo. Hoy no es tan sencillo definir o encapsular a un sector o movimiento político populista. Si bien en sus orígenes se refería a un discurso estatal, refundacional, de masas emocional y de representatividad del “sentir del pueblo”, hoy es más bien un estilo que “articula opuestos”, dice Mario Riorda, en especial con el statu quo.

De esta forma, cuando algunos alcaldes usan un discurso binario y polarizado, con anuncios de medidas que superan sus facultades (demagogia), están caminando por la peligrosa cuerda del populismo.  En esto la emocionalidad y la victimización han sido recurrentes. Pero en la vereda del frente, la ministerial, la respuesta ha sido muy similar.

El populismo ha tomado diversas expresiones en esta pandemia. Esta fractura intencionada y opositora con el statu quo no solamente es entre políticos o poderes del Estado, sino también con otras instituciones, actores y fenómenos del espacio público donde tenemos “los buenos” (yo) y “los malos” (ellos). Por ejemplo, propio de figuras como Trump y Bolsonaro, el ministro Jaime Mañalich dijo que los medios de comunicación “venden cosas en base a mentiras”, frase de la cual tuvo que retractarse.  

Los alcaldes en esta coyuntura están rindiendo un test muy importante ante la ciudadanía. Mientras entiendan correctamente la nueva forma de vincularse con la comunidad, sin caer en el populismo y en la defraudación con promesas ajenas a sus facultades, de seguro les irá bien. La clave es interpretar a sus comunidades; no instrumentalizar. Aquellos que insistan, corren el riesgo de perder confianza y credibilidad, principios altamente demandados por la ciudadanía en tiempos de crisis.

Foto: Huawei / Agencia Uno