Mother’s Factores: Alianza Goodbye (O el modo en que la mala jugada queda debajo de la alfombra)

14 Noviembre 2013

Hicimos el ejercicio para focalizar eventos bisagra y dimos con dos que a nuestro juicio se suceden como aquello oculto que aprietan en sus puños por debajo de la mesa los chicos UDI y RN.

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“Capitalizar: Utilizar en propio beneficio una acción o situación, aunque sean ajenas” – RAE

Para una disputa básica y banal no me presto. Lo que Ud. leerá se basa en un acto democrático tan significativo como low profile.  Tan barrial. Tan de puerto. Tan del tiempo en beneficio del concepto del todos. Tan de bar.

Postdictadura. La misión era recuperar la valentía, la autonomía familiar y dejar de escuchar eso de que “en el colegio no hables de política”. Y luego de 23 años me sitúo en una tarde de bar porteño para levantar algunas pocas copas y no cruzarnos con esa campaña presidencial de TV que se veía venir: sucia, básica, unineuronal, débil, de pelambres, de poca dignidad y vomitiva.

Pero era inevitable cuestionarse por qué Sebastián Piñera perderá, se autodesalojará él y sus boys&girls del primer gobierno de derecha electo de forma mayoritaria y absolutamente democrática, y entregarlo a la otrora empotrada y no muy evolucionada ‘vereda de enfrente’. Tratamos de darle vuelta a algo no tan obvio como la historia de ‘socialismos’, ‘radicalismos’ o ‘demócratacristianismos’ que empuja la estadística histórica electoral chilena, ni de los remanentes activos de viejos estandartes de épocas oscuras de nuestra Matria.

Hicimos el ejercicio para focalizar eventos bisagra y dimos con dos que a nuestro juicio se suceden como aquello oculto que aprietan en sus puños por debajo de la mesa los chicos UDI y RN.

Bisagra del miércoles 3 de agosto de 2011

El Gobierno de Chile y su excelencia prometida estiraba al límite su relación con los estudiantes chilenos y prohibía la gran marcha de ese día, que reprimida en las capitales regionales con inusual cobardía (y la gallardía tras esos pechos verdes), significó ver en calles de Santiago al menos a 150 mil ciudadanos que extendieron la protesta, más que contra el mismo Piñera, contra el establishment chilensis, en un histórico cacerolazo que fue un mazazo tan duro como perenne. 10 horas bajo el lema de “Por la razón o la fuerza”.

La bofetada causó efecto y fue un acuse que la pega de escuchar a chilenos en sus demandas argumentales, y no autómatas, no estaba en su ADN. Los estudiantes no querían esos acuerdos transversales/binominales con los cuales el gobierno de Michelle Bachelet se bañó y pisoteó a esa amalgama de pensantes que quieren un Chile más lógico, más de herramientas y menos de órdenes draconianas.

Todo lo malo en el Gobierno no solo no se corrigió, sino que se profundizó. Así lo demostraron los hechos en Aysén (febrero 2012), Calama (marzo 2012), Quellón (Mayo 2013) y Tocopilla (Agosto 2013), con un manejo que rayaba en la soberana estupidez (¿Cuándo se levantará Valpo? Mejor un sorbo y continuar).

No asume Piñera, asume el ego y el error no contado

La Derecha alcanzaba con Sebastián Piñera y de forma democrática el Gobierno de la Nación un 17 de enero de 2010, finalizando así con 52 años de frustraciones en las urnas, luego del triunfo de Arturo Alessandri Rodríguez con un escuálido pero consolidado 31,6% en 1958. Esta vez y en segunda vuelta, lo hacía con un histórico 51,61%.

¿Dónde está el error? El electorado se había desencantado del slogan “Chile, la alegría ya viene”, se había hartado de los casos más deshonestos y se escuchaba en cuchicheos que más valía cambiar de aire y… ¿por qué no!?... había que gerenciar Chile (“Cambio y Futuro” decían las poleras XL de la fanaticada).

En base a esos resumidos hechos, se omitió lo que fue el traspaso (castigo) de votos de un electorado de centro-izquierda a la derecha más conservadora. Y en ese punto en la Alianza se callaron y no entendieron el desafío. Festinaron. No capitalizaron. Sí, los mismos pregoneros abiertos y sinceros de la economía de libremercado no hacían gala ni del concepto de la capitalización ni de prever un poder social empoderado en las redes sociales; menos aún tomaban en serio a un Chile que, como su idiosincrasia lo indica, tiene evoluciones lentas/seguras a nivel social, casi a velocidad geológica.

Nudo y desenlace

La revuelta aliancista que aplastó a Golborne, el desastre de Allamand frente al Longueira de Vitacura y Las Condes en las insólitas primarias nacionales en su sector, la caída del mismo y la famélica candidatura de la hija de la dictadura, hacen que ‘El Desalojo’ como concepto nunca fuera tan suicida y certero.

Queda la próxima presidencial en primera o segunda patita en la bandeja de Bachelet, pero con el sabor de que los que amasan el concepto de capitalizar eventos aunque no le pertenezcan, no lo supieron hacer por falta de lectura político – social y por levantar sus egos, los que finalmente los harán caer de forma democrática, con la sencilla fórmula del lápiz, que no les dará la mayoría el próximo domingo. Quizás en segunda vuelta. Aunque más digno, según sus propios analistas, caer en primera. Porque un mazazo en segunda sería evidente y nuevamente frustrante.

Así finaliza esta parte de nuestro encuentro, entre amigos, que con diferente intención de voto logramos levantar y apuntar al fracaso de los títeres actuales y el resurgimiento de otros. Hay conceptos que dan para otras ocasiones y otros autores.