¡Plebiscito Ahora! ¿Por qué no, si la UDI es experta en eso?

¡Plebiscito Ahora! ¿Por qué no, si la UDI es experta en eso?

23 Agosto 2011

La UDI debe estar contenta, inventó la voluntad plebiscitaria y tiene una coyuntura ideal para mostrar su aporte popular-ciudadano, su apoliticismo gremialista para que las masas puedan expresarse con libertad.

Esteban Valenzu... >
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En conformidad con lo dispuesto en el artículo final del decreto ley N° 3.464, de 1980, convócase a plebiscito destinado a pronunciarse sobre la nueva "Constitución Política de la República de Chile", incluidas sus disposiciones transitorias, según su texto fijado por el mencionado decreto ley y publicado en el Diario Oficial de 11 de Agosto de 1980. El plebiscito se sujetará a las normas que se contienen en los artículos siguientes.... Así comenzaba el decreto 3465 que implentó de manera muy simple el plebiscito para aprobar la Constitución de 1980: bastaba mostrar la cédula de identidad (ahora la UDI no quiere inscripción automática), los militares custodiando los recintos y el montaje en manos de los munciipios.

Los actuales ministros Chadwick, Lavín y Longueira fueron claves en este ejercicio plebiscitario que dió un supuesto 65% en favor de la constitución pinochetista y un 32% en contra (3% nulos). Incluso habría perdido en Lota y Machalí, comunas demasiado rojillas hasta para el curioso conteo sin apoderados ni libros de firmas de los electores. En aquellos tiempos, hace 31 años, Chadwick no quiso escuchar las recomendaciones de la Iglesia para un plebicisto decente (el Cardenal Silva era otro rojo-rojo), Longueira fue el tribuno desde la FECEH, la curiosa federación sin elecciones de la U. de Chile y también preparaba en su mente marchas tipo romanas con antorchas, himnos marciales y música Disco; y Lavín, desde algún rincón de oficina gremialista aprendía el arte del plebiscito para hacer como que las cosas son y no son (algunos años después prometió entregar escuelas a los profesores y se desvaneció en algunas de sus consultas populares...en Las Condes).

Sí, la UDI es experta en plebiscitos y en 1980 demostró una eficacia organizativa pragmática con su red de alcaldes. Ahora, eso sí,habría que tolerar otras preguntas, algo de debate, soportar apoderados (incluyendo jóvenes y melenudos), para que la cosa sea seria y ellos se reivindiquen con la Historia. Es más, podrían tener una chance de que la gente refrendara la curiosa constitución autoritaria.

Por ejemplo, podría comenzar con la pregunta si Ud apoya o no la Constitucón de 1980, si le gusta que los intendentes no se elijan, si apoya la propiedad privada como base esencial de la institucionalidad, si el lucro le parece legítimo. Sin embargo, el coronel Labbé, que dice no temer a los debates y quiere salir a decir sus verdades, debiera aceptar con la UDI que pudieran ir algunas de las preguntas que se hace la endemoniada Camila y los diabólicos dirigentes estudiantiles: educación pública, arancel diferenciado, aporte estatal a las universidades públicas y otras leseras muy comunes en países decadentes y enemigos tan disímiles como USA, Cuba, Uruguay y los europeos.

La UDI debe estar contenta, inventó la voluntad plebiscitaria y tiene una coyuntura ideal para mostrar su aporte popular-ciudadano, su apoliticismo gremialista para que las masas puedan expresarse con libertad. Chadwick, Lavín y Longueira pueden redactar en cinco minutos el nuevo decreto 3465: Se convoca a plebiscito para ratificar o desechar la Constitución de 1980 y sus pilares fundamentales. Harían furor en el Gabinete de Piñera y se colocarían a la vanguardia, incluso, hasta podrían asomarse en las encuestas y acercarse a Golborne. Dejemos de lados dos fechas polémicas: el 11 de septiembre y el 5 de octubre. Las razones son obvias. Tampoco el 12 de octubre, hiere a muchos.

La fecha ideal sería el domingo 9 de octubre. Se puede traer unos expertos suizos, notable país con una tradición centenaria de referendums. Sería muy cara de palo y diabólico negarse a un simple plebiscito por parte de quienes lo inventaron en the modern age of Chilean politics. No nos vamos a poner complicados con otras visiones, como Charles Taylor y la democracia sustantiva, Dahl y la dispersión poliárquica del poder, o Habermas y el debate comunicativo que construye el consenso que se traduce en una decisión pública legítima. Ya han pasado veinte años tratando de cambiar cosillas y lograr legitimidad, y siempre ha ganado el tate quieto ( esa dictadura perfecta llamada binominal). ¡ Se acabó el juego¡ Es hora de competir con Camila y los suyos, y vernos las caras en un plebiscito.

La UDI no debe llorar y esconderse. Ellos saben luchar y no debieran esconderse como pollerudos en las cenas de Piñera. Así los volantines y las fondas va a ser alegres en un septiembre de aires nuevos. La UDI tiene la palabra. Plebiscito, now. Ps. Otras posibles preguntas: congelar o no la cantidad de colegios subvencionados, llamar o no educación pública delegada a los subvencionados, elegir los intendentes, subir impuestos a las mineras...Hay que aprovechar, no todos los días se crean momentos fundacionales, gracias a eas hordas alegres y creativas de muchachas poseídas y cabros soñadores.