Me gustaria escuchar al Senador señalando los beneficios que ha recibido Valparaíso con la construcción de ese elefante blanco, horrible, que desentona con la arquitectura de su entorno. Los que acuden al Congreso desde hace ya varios decenios, ni siquiera conocen la entrada a Valparaíso por Santos Ossa, no escapa a ningún porteño las feas construcciones colgantes, aveces cubiertas con trozos de material plástico que afean y le quitan atractivo a la entrada de la ciudad, me pregunto que han hecho los políticos para cambiarle la cara a la entrada de Valparaíso por la subida Santos Ossa con la Av. Argentina? Los políticos de turno hacen su entrada por Viña del Mar para llegar al Congreso y una vez finalizada la sesión, retornan a Santiago por la misma vía, es decir, Av. España, suben por Agua Santa y toman la ruta a la capital. Luego, en cada momento de protestas por la calles centrales de Valparaíso, estas necesariamente finalizan en su momento "algido" frente al Congreso Nacional, para hacer ver el descontento a los "Honorables" quienes en la mayoria de estos eventos de protesta masiva, no se encuentran en el edificio. Muchos ciudadanos y comerciantes establecidos se han quejado publicamente a la autoridad, pues deben cerrar sus establecimientos ante el temor a ser dañados, incendiados o robados, los constantes destrozos a bienes públicos y privados, amén de las dificultades extras que se producen en el tráfico vehicular privado y  locomoción colectiva. Quiero recordar que la implantación del Congreso en Valparaíso, llenó de espectativas a la mayoria de los porteños,  comerciantes de la zona vieron la posibilidad de mejorar las ventas, mayor empleo no tan solo en el comercio y oficinas sino que estando el Congreso allí, la desocupación en Valparaíso se reduciría casi a cero. Nada de lo esperado ha sucedido y de mi parte, creo sería más razonable trasladar nuevamente el Congreso a sus antiguas dependencias en la capital y dejar la edificación de Valparaíso para crear un hospital público y servicios de urgencia, de esta forma se estaría dando un uso más constructivo y eficiente a la comunidad. Sin dejar de olvidar del ahorro en gastos de vehículos, choferes, bencina, peajes, almuerzos, cenas, eventualmente hotel cuando pernoctan en Valparaíso o Viña del Mar en que incurren los "honorables" cada vez que deben trasladarse desde la capital, ahorros a deducir del item respectivo que percibe cada político mes a mes, por tratarse de dineros de los contribuyentes, es decir, de la mayoria de los chilenos.