Sharp y la Cuenta Pública: "Valparaíso requiere de un apoyo permanente del Estado para salir adelante"

31 Mayo 2017

Entrevistamos al alcalde de Valparaíso y estas son sus definiciones de cara a la Cuenta Pública de este 1 de junio.

Oscar Aspillaga P. >
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Valparaíso, ciudad que todos los años recibe la Cuenta Pública en su Congreso Nacional, siempre aspira a que haya algún anuncio que cambie su destino: ya sea algún aporte permanente para gestionar y mantener su Patrimonio de la Humanidad o alguna definición portuaria, con la decisión de donde se ubicará el mega puerto que Chile necesita (anuncio aplazado durante años) o algún royalty que entrege recursos frescos y permanentes. 

Jorge Sharp vivirá su primera Cuenta Pública como alcalde de Valparaíso y, al igual que su antecesor en el cargo, pero ahora al parecer con más fuerza, solicita a la Presidenta que exista un anuncio de financiamiento permanente, que ayude a la ciudad a salir de su hoyo económico, pero que también traiga justicia a su condición de Patrimonio de la Humanidad y sede del puerto más importante del país. 

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Entrevistamos al alcalde de Valparaíso y estas son sus definiciones de cara a la Cuenta Pública de este 1 de junio.

¿Qué te gustaría escuchar en este primer discurso de cuenta pública desde que eres alcalde?

Nos gustaría escuchar medidas que confirmen que hay un interés genuino del Estado de Chile por fomentar y cimentar la descentralización. Hemos escuchado desde hace muchos años que se tomarán medidas en esa dirección, pero en la práctica poco se ha avanzado, basta ver la situación que tenemos con la elección de Gobernadores Regionales, pues aún está en discusión. Si llegara a ocurrir, desconocemos el grado de autonomía que tendrán del ejecutivo. En este marco, nos gustaría saber cuál es el compromiso real particularmente con Valparaíso, una comuna en la que tenemos un puerto que genera millones de dólares al año, pero que no recibe de manera directa ni un peso por esa actividad. Queremos escuchar medidas que expresen ese compromiso real, el abandono en que se encuentra la única ciudad Patrimonio de la Humanidad de Chile, requiere de un apoyo permanente del Estado para salir adelante, y creemos que un mecanismo efectivo es una ley que de tributación portuaria en la ciudad.

En el caso que exista una definición respecto al mega puerto en esta Cuenta Pública, ¿tienes alguna definición de si este debería estar en Valpo o San Antonio, como tanto se ha discutido?

La definición sobre la localidad en que estará el Puerto de Gran Escala le corresponde al Ministerio de Transportes. Sin perjuicio de eso, nosotros creemos que la política portuaria no tiene que poner en una lógica de conflicto a Valparaíso y San Antonio, sino en una lógica de cooperación, porque son comunas que enfrentan los mismos problemas y reciben las mismas externalidades negativas al tener la actividad portuaria en la ciudad. Por lo mismo, lo que importa acá es consensuar entre autoridades y la ciudadanía que, independiente de la localidad en que se emplace el PGE, la obra y la actividad portuaria sea capaz de dialogar con las características de la ciudad.

¿Crees que el Estado de Chile ha sido poco comprometido con el reconocimiento de Valpo como Patrimonio de la Humanidad? Debería haber un mayor respaldo en ese sentido? 

Los resultados están a la vista: la única ciudad Patrimonio de la Humanidad de Chile refleja por sí sola el bajo compromiso del Estado con su desarrollo, su protección y su cuidado. Sin embargo, las administraciones municipales anteriores también son responsables por la gestión realizada. Deben dar explicaciones. Por ejemplo en materia patrimonial, nos encontramos con un Plan de Gestión que es bastante cuestionable y que se viene trabajando desde 2003, lo que no es poco tiempo.

El Estado debe entender que Valparaíso es una ciudad única en Chile, por su historia, por su arquitectura, por su rol en materia económica, turística, cultural, universitaria, etc., entonces creemos que efectivamente debería existir un compromiso mayor. Por eso cobra sentido un financiamiento permanente, y eso no existe, sino sólo obras aisladas que no resuelvan el problema de fondo. La solución está a la vista: que la actividad portuaria tribute en Valparaíso un porcentaje de sus impuestos. Debemos construir una relación puerto – ciudad a la altura de los desafíos actuales. No es posible concebir una actividad tan millonaria cuando frente a sus ojos hay tantos problemas sociales. Chile ya no resiste contradicciones tan brutales.

El desfile del 21 de mayo históricamente se ha hecho en Valparaíso, aunque Iquique aspira a tenerlo algún día con presencia presidencial. ¿Qué te parece que pudiera trasladarse en el futuro?

Entendemos la aspiración de otras ciudades, sin embargo, acá hay una tradición ligada a la conmemoración del 21 de mayo y todo lo que eso significa para Valparaíso. Con el cambio de la Cuenta Pública presidencial, la conmemoración del 21 de mayo último se vio claramente fortalecida, congregando a vecinos y turistas que visitan la ciudad, así que creemos que el homenaje en Plaza Sotomayor debe seguir realizándose en Valparaíso.

En el congreso está el poder parlamentario, aunque pareciera que para muchos diputados y senadores es sólo una oficina. Como "dueño de casa", ¿esperarías una relación más cercana con quienes hacen las leyes para Chile desde Valparaíso?

Uno esperaría que las autoridades siempre estén cerca de la ciudadanía. En nuestro proyecto de gobierno local estamos convencidos de ser lo más transparente posible y cercanos a la gente, pues estamos acá para trabajar por la ciudadanía. Pero si miras el Congreso Nacional ¿qué representa? ¿Valparaíso se ha visto beneficiado con tener el legislativo acá? Hasta ahora no. ¿Las regiones se han visto beneficiadas con tener el legislativo en una región? No. ¿Es cercano el inmueble a la ciudadanía? No, de hecho está delimitado por rejas, como que se quisiera reforzar a propósito ese divorcio entre la política y la ciudadanía. Entonces bien vale preguntarse para qué tenemos el Congreso Nacional acá. Yo lo he dicho en varias ocasiones y mantengo lo mismo: cambiaría el congreso por un hospital público de primer nivel, por cinco consultorios, por nuevas escuelas públicas bien implementadas, por un parque, etc., porque tal como está ese edificio, hoy no representa ningún beneficio para los porteños ni para la ciudad.