Sobre líderes y tiempos anormales

03 Abril 2020

El Papa acaba de emplazar al máximo dirigente de la ONU, Antonio Guterres, para que asuma su tarea organizativa mundial y pare las guerras particulares en función de una solidaridad bien entendida. ¿A quién podemos invocar asimismo en Chile?

Fernando Rivas ... >
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Por Fernando Rivas Inostroza

La actual situación es preocupante. Tiene una profundidad mayor que la crisis económica de 1929. De crisis sanitaria hemos pasado a recesión económica conjunta. Y no se trata sólo de los países desarrollados como han intentado decir algunos medios nacionales, sino que es también una pandemia monetaria y de recursos que corroe hasta nuestros supermercados y amenaza a algunos de nuestros pequeños negocios de barrio. 

Ciertamente, la maquinaria económica se trancó y no será fácil reactivarla. Quién sabe cuánto tomará y qué demandará. Lo cierto es que, nuevamente, los ciudadanos comunes y corrientes, por su volumen, deberán llevar el mayor peso. 

No hay líderes, es cierto. Ni en Chile ni en el mundo. El Papa acaba de emplazar al máximo dirigente de la ONU, Antonio Guterres, para que asuma su tarea organizativa mundial y pare las guerras particulares en función de una solidaridad bien entendida. ¿A quién podemos invocar asimismo en Chile? Es tarea nuestra identificar esos líderes y plantearles la urgencia de su acción. 

El historiador más reputado del momento, experto en Macrohistoria, el israelí Yuval Noah Harari también ha planteado la urgencia de la solidaridad y la declinación de los nacionalismos en pro de la ayuda internacional y de la solución conjunta de las secuelas del Covid-19, reconociendo que en Occidente la situación pasó de ser un problema de salud a un descalabro económico, mucho más allá de las fronteras. 

Es urgente que aparezcan líderes en el mundo. Francisco es uno de ellos y ha dado muestras cabales con los logros de su pontificado. Pero ahora faltan más. Se requieren muchos más que tomen la bandera de la solidaridad y emprendan el camino de unión de las naciones. Cada cual, además, debe hacer lo suyo en su propia escala. Solo así podremos salir de este atolladero en el que nos ha sumido el afán explotador inmisericorde de la Tierra con sus pesticidas y grandes extensiones de cultivos, que asolaron a la flora y fauna no sólo en China, sino que en muchos territorios de los continentes poblados. 

"A usted lo necesito" parecen decir las circunstancias actuales, cuál si fuera la tradicional propaganda de guerra. Es que estamos efectivamente en un conflicto de belicismo mayor y soterrado, cada vez con más economías de guerra, precisamente. 

¿Saldrán estos líderes por los que estamos abogando? Creo que sí, más temprano que tarde. Reconozcamos su presencia y ayudemos a su quehacer. De otra manera seguiremos con el mundo que nos detalla Harari:

"Países enteros sirven como conejillos de indias en experimentos sociales a gran escala. ¿Qué sucede cuando todos trabajan desde casa y se comunican solo a distancia? ¿Qué sucede cuando escuelas y universidades enteras funcionan online? En tiempos normales, los gobiernos, las empresas y las juntas educativas nunca aceptarían realizar tales experimentos. Pero éstos no son tiempos normales" (Financial Times/ La Tercera) 



Lectura de Foto: David Vázquez, artista callejero en Ciudad de México, esperaba que hubiera peatones para trabajar.  Vázquez también trabaja como entrenador en un gimnasio que cerró la semana pasada. (Rebecca Blackwell / Associated Press)