Como poder decir de verdad ¡Felices fiestas patrias!

25 Septiembre 2012

Si hoy vemos constantes muestras de descontento social, no es porque seamos inconformistas, es porque no todos los chilenos están teniendo las mismas oportunidades de desarrollarse plenamente ni de optar a una mejor calidad de vida.

María Paz Gálvez >
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Si hay algo que nos deja septiembre, es ese gustito rico de ser chilenos, de celebración, de chica y de empanada bien jugosa. Y es que la llegada de la primavera y las Fiestas Patrias tienen ese efecto de unión y orgullo nacional que en otras épocas del año sólo la Teletón parece lograr.

Y siendo una fanática dieciochera, me pregunto, qué será lo que nos hace realmente chilenos. Haber nacido en el mismo territorio parece lo obvio, pero sería una definición bastante simple, para algo que va mucho más allá, que está inserto en nuestra cultura.

Como chilenos tenemos una forma particular de mirar las cosas, ciertas creencias y discursos muy instalados en nuestra vida cotidiana, que se han ido forjando en nuestra interacción social día a día. Una identidad que nos hace sentirnos chilenos y diferenciarnos de otros.

Algo que me sorprende de nuestra chilenidad, es que a pesar de reconocernos como un país solidario, tenemos instalado en nuestro inconsciente colectivo algunas ideas que nos alejan un de construir un país con esa característica.

Un país más solidario y menos desigual, es de todas formas un país donde sus ciudadanos se sienten más a gusto, donde pueden concretar sus proyectos de vida de forma satisfactoria. Es por ende, un país más feliz.

Según la Encuesta de Desarrollo Humana del PNUD (2011) el 74% de los chilenos piensa que alcanzar la felicidad depende de lo que uno mismo haga. Por otro lado, sólo el 15% lo atribuye a las oportunidades que da la sociedad y el 14% a la suerte.

Si bien la felicidad depende en cierta medida de las características personales, los chilenos seguimos pensando que podemos ser felices “a pesar” de la sociedad en que vivimos y no “con y en” en la sociedad que vivimos.

En eso estamos profundamente equivocados, si queremos hablar de una satisfacción plena de nuestras vidas, es imposible separarlo del resto de los chilenos y chilenas que nos rodean y de la identidad que hemos construido juntos.

La desigualdad en este ámbito juega un rol crucial. Si hoy vemos constantes muestras de descontento social, no es porque seamos inconformistas, es porque no todos los chilenos están teniendo las mismas oportunidades de desarrollarse plenamente ni de optar a una mejor calidad de vida.

Chilenos, tenemos que ser más conscientes de que la única forma de sentirnos a gusto en nuestro país es hacer nuestras las demandas que hoy parecen de “otros”, es reconocernos como integrantes de un mismo todo indivisible.

Solo así podremos decir todos juntos ¡Felices fiestas patrias!