¿Cómo podríamos hacer una “mejor política”?

¿Cómo podríamos hacer una “mejor política”?

04 Junio 2015

Entrevistamos al académico de la Universidad de Valparaíso e investigador asociado de Fundación P!ensa, Eduardo Muñoz, sobre el rol de la política en la sociedad y cómo podemos usarla para construir soluciones conjuntas a partir del diálogo democrático

Fundación Piensa >
authenticated user Corresponsal

Por Susana Barrientos, Directora de Comunicaciones de Fundación P!ensa.

"Contractualismo, República y Pueblo" fue el tema que expuso el académico de la Universidad Valparaíso, ex subsecretario de Cultura e investigador asociado de Fundación P!ensa, Eduardo Muñoz, para los participantes del curso de formación sobre “Teoría Política Aplicada” que está desarrollando P!ensa para jóvenes de la región de Valparaíso.

Compartimos esta reflexión de Eduardo Muñoz sobre el rol de la política en la sociedad y cómo podemos usarla concretamente para construir soluciones conjuntas a partir del diálogo democrático.

¿Cómo podríamos hacer una “mejor política”?

“Muchas veces el día a día disipa esta capacidad de darse cuenta de que la república, el Estado y la democracia son fenómenos acumulativos, es decir, primero, cada sociedad tiene una configuración específica dada su acumulación de acciones. Entender esa experiencia y cómo se construye el sistema político en el que uno trabaja, ayuda a hacer mejor política. Una cosa es hacer política de las ideas abstractas, pero lo que constituye la política en realidad es la vinculación entre la teoría y el territorio.

Una segunda habilidad que considero básica, más allá de las relacionales –como saber escuchar-, tiene que ver con la capacidad de construir acuerdos, que no es lo mismo que consensos. Construir acuerdos desde el diálogo democrático significa respetar al otro desde su visión y desde su completitud.

Aceptar al otro, porque es otro, simplemente, y eso se construye desde el diálogo democrático. Eso es lo más difícil porque todos tendemos a hablar desde la parroquia, que está desde el punto de vista que uno es lo que es con sus valores, con su cuerpo, con su cabeza, con su experiencia.

El desafío es cómo ese ser se comunica con otros políticamente y produce bienes públicos.  Esa capacidad de transformar ese diálogo en bienes públicos, en cosas que mejoren la vida de las personas, ese sería el tercer elemento”.

Entonces, ¿cuál sería el aporte de la Teoría Política Aplicada?

“Esta perspectiva más bien práctica, de política aplicada es precisamente una de las debilidades que tienen los sistemas políticos regionales, la falta de habilidades para integrar el conocimiento técnico, con la actividad política concreta.

Muchas veces a la gente se le olvida que la actividad política no es un deporte, sino una actividad profesionalizada, de tiempo completo. Entonces, generar personas con capacidades específicas para trabajar un área tan compleja como es la política, es muy relevante. La política trabaja con problemas, y los problemas no son departamentalizados, no están divididos por facultad, los problemas son problemas. Entonces, tener esa capacidad de analizar cómo se relacionan los actores y cómo pueden construir soluciones conjuntas a partir del diálogo democrático es fundamental.”