Crónica de los santos inocentes: A propósito de la modificación parcial del Plan Regulador de Valparaíso

Crónica de los santos inocentes: A propósito de la modificación parcial del Plan Regulador de Valparaíso

29 Mayo 2018

Lo que se esconde tras esto es que estas autoridades quedaron deslegitimadas, sus discursos responden a “los poderosos de siempre” y no a las comunidades de la ciudad

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Como grupo de vecinos y vecinas organizados en varios cerros de Valparaíso, la mayoría nacidos en esta ciudad y no relacionados con la industria de la construcción, hemos sido parte de un proceso de participación social activa hace años, haciéndonos parte en colectivos, organizaciones territoriales y funcionales, independientemente de la administración municipal existente. Durante mucho tiempo se nos había hecho costumbre encontramos con decisiones que se generaban a puertas cerradas, sin consultarle al pueblo porteño.

Con la misma fuerza y tesón que demostramos en administraciones anteriores, apostamos por el derecho de los habitantes a preservar sus barrios de la depredación inmobiliaria, y decidir cómo quieren vivir en ellos, cuestión que la haremos independiente del signo político de los alcaldes que tengamos al frente. En este camino, el actual Concejo Municipal ha dado muestras de distintos intereses que se entrecruzan. Ahora muchos miembros del Concejo Municipal plantean en los medios que han sido víctimas de manipulaciones, de una política sucia, que se acarrea a gente a los Concejos, que hay operadores políticos. En resumen, se muestran como unos Santos Inocentes.

No podemos guardar silencio ante el evidente conflicto de interés por la participación en las discusiones del Plan Regulador del Concejal del Partido Demócrata Cristiano Sr. Eugenio Trincado Suárez, quien en su Declaración de Patrimonio e Intereses del 6 de Julio 2016 especifica que es "empresario dueño" y "participa en la administración" de Soc. Inmobiliaria Infinita Ltda., Rut 77.606.760-1, constituida el 08 de Junio 2001, Registro de Comercio del año 2001 460 vta. N353, publicado en Diario Oficial del 18 de junio 2001. Dicho de otra forma, no se puede ser juez y parte de la toma de decisiones sobre cuánto, cómo y dónde se podrá construir.

Como Vecinos y Vecinas, hemos tenido que desgastarnos contrarrestando los numerosos "argumentos técnicos" que han presentado los Concejales. Nos preguntamos si es que el rango de autoridad política es sinónimo de impunidad verbal, de decir lo que se quiera sin algún fundamento real, tal como el concejal Daniel Morales quien durante los meses de Enero y Febrero 2018 insistió en que una normativa de 7 o 9 metros era igual a incrementar las posibilidades de incendio de la ciudad. Sin lugar a dudas, un argumento impresentable y poco humanitario. Lamentablemente no fue el único.

Resumamos algunas de las falacias planteadas en el debate.

Que 12 metros de norma sólo alcanza para 4 pisos. Falso: depende de cuánto mida el piso. En algunos casos es 2,5 metros. Además, no considera la pendiente del suelo ni que la altura “hacia abajo” no cuenta, por lo tanto estos cuatro pisos son extensibles a más, incluso 8 o 9: Si no, miremos el proyecto de edificación de vivienda social en Juan Pablo II en Rodellillo, en gran parte construido bajo el nivel del suelo natural.

Que sólo con 12 metros es posible construir vivienda social. Falso: De acuerdo al "Catálogo de Vivienda Social” del Ministerio de Vivienda, éstas parten desde 1 piso físico.

Que los subsidios solo corren para viviendas de cuatro o cinco pisos. Falso: Los subsidios de vivienda son variados y no están restringidos a una altura del proyecto presentado.

Que los muros de contención implican un alto costo dentro del presupuesto de la vivienda social. Falso: los estados de pago de las viviendas sociales del SERVIU no reflejan esta estadística.

Que nos oponemos a la vivienda social en Valparaíso. Falso. Somos críticos ante la propuesta de solución habitacional que ha planteado la institucionalidad chilena. Al contrario, reconocemos nuestra historia, muchos y muchas como habitantes nacidos en viviendas sociales construidas bajo lógicas de calidad, asociatividad, autoconstrucción y ocupación racional del espacio; como ejemplo reciente, está el proyecto aprobado de la Cooperativa Paihuén en Cerro Barón, que considera varios pisos y su altura es inferior a los 7 metros de norma. Jamás nos opondremos a que tuvieran vivienda quienes no la tienen porque conocemos en carne propia lo que ello significa para la dignidad una persona.

Que SERVIU tiene grandes áreas de terrenos que se verían afectados por esta Modificación Parcial. Falso. De acuerdo a solicitudes realizadas vía ley de acceso a la información pública, SERVIU solo cuenta en la comuna de Valparaíso con 12 hectáreas (de un total de 1.138 hectáreas correspondientes al territorio de Modificación Plan Regulador): 1)  Rol 1436-00001, 21.424,50 m2 comprometido a EP TECHO para proyecto del Comité John Kennedy, 2) Rol 9355-00006, 67.895 m2 comprometido a EP SERVIU para proyecto del Programa Campamentos 3) Rol 9317-00423 con 11.200 m2, Rol 9317-422 con 11.000 m2, Rol 9317-00219 con 10.200 m2 comprometidos para Proyecto San Cristóbal, Programa Fondo Solidario Elección Vivienda (FSEV).

Que solo los arquitectos poseen un saber especializado en materia de urbanismo. Falso. Creemos en la autoformación y en la educación popular y no formal. Creemos que el debate que han llevado muchos arquitectos/as no posee imaginación geográfica ni urbanística capaz de  solucionar las problemáticas de la ciudad; que reducen la discusión al valor de la UF por M2; y que en definitiva, la disciplina de la arquitectura no habilita per se a tener posturas más legítimas que otras: la revisión de las mallas curriculares de las escuelas de Arquitectura nos evidencia que el urbanismo no se estudia (salvo en la Universidad de Chile) y Derecho Urbano solo en la Universidad Mayor.

Que la Población Márquez es el mejor ejemplo de vivienda social. Falso. Si bien creemos que su diseño urbanístico se adecua de manera espectacular a las condiciones geográficas, somos críticos con sus materiales de construcción, donde sus habitantes por años convivieron con el mortal asbesto ¿Esa calidad de vivienda desean para las familias miembros de Comités de Vivienda que buscan su hogar?

Estas frases articulan buena parte del discurso que ha buscado deslegitimar la propuesta de Modificación Parcial; sin embargo son argumentos que no tienen bases sólidas. Ahora, este grupo de Concejales aduce presiones políticas y acarreo de gente. Seguramente creerán que no tenemos voluntad para actuar por nuestra propia cuenta; que obedecemos a partidos políticos como los suyos. Posiblemente creen que estamos inmersos en las mismas lógicas que ellos han reproducido. Si no, recordemos cómo el Movimiento Valparaíso Ciudadano, junto a los concejales arquitectos, los democratacristianos, el comunista, al CORE Manuel Murillo y la Funcionaria Pública Directora Territorial de SERVIU Provincia de Valparaíso, Gabriela Jofré Nocetti movilizaron a comités de viviendas señalando que la Alcaldía no quería vivienda social y que serían excluidos del proceso a propósito de la modificación parcial.

Como sabemos, a partir de estas discusiones se generó un marco que posibilitó que los concejales decidieran que la propuesta se retrotrajera, apoyados por un Asesor Urbano –Miguel Dueñas -cuyo departamento y él mismo se encuentran sometidos a investigación sumaria. La nueva presentación de la propuesta dio cabida a elementos emergidos en la discusión ficticia que inventaron los Concejales.

Como vecinos y vecinas organizados miramos la propuesta de modificación con ojo crítico. Sin embargo, no comemos vidrio. Sabemos que esta disputa y el producto de ella (la modificación) constituyen un avance en la lucha contra las Mafias Inmobiliarias. No se trata de un asunto solo de torres de 60 metros; sino que también de edificios de 4 o 6 pisos (tipo Parque Magnolio o Mirador Yungay) los cuales encarecen sistemáticamente el valor de las propiedades y lo hacen inaccesible para quienes tenemos menos recursos.

Sabemos que en el actual contexto nacional debemos sortear todos los elementos que la Ley General de Urbanismo y Construcción (LGUC) y la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC) ponen en juego, operando a favor de inversores que solo buscan acumular y acumular, sin interesarles la calidad de vida de los habitantes de Valparaíso; debemos asumir y revertir esa forma de concebir la planificación que no nos pertenece ni nos hace sentido. 

Las bonitas palabras de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, donde se aboga por la decisión de ciudadanos y el reconocimiento de las “distintas formas de agruparse de los seres humanos, que produzca identidad con el lugar y una efectiva capacidad de participación y de decisión”, deben hacerse realidad. Por lo mismo reconocemos el esfuerzo de la Alcaldía en exigir a la institucionalidad vigente y en ponerse del lado la sostenibilidad y la justicia. Este es un proceso que recién se inicia y hacemos el llamado a seguir fortaleciéndolo.

La discusión a la que se refieren los concejales se originó en la observación N°10 presentada por la arquitecta Paz Undurraga Castelblanco quien en representación del "Centro de Estudios para un Desarrollo Urbano Contemporáneo DUC" e incluyendo un gran número de observaciones razonables, propuso subir desde 9 a 12 metros la norma de las zonas E-1A y F1-A. El pequeño gran detalle es que esas zonas representaban un tercio (33,58%) de la superficie total de la propuesta de modificación del Plan Regulador, información que no fue mencionada por el Asesor Urbanista a los miembros del Concejo Municipal. Es decir, se pretendía por secretaría aumentar la altura de un tercio de la superficie en modificación, un negocio extra similar a construir 30 hectáreas. Este es el tipo de abusos a los que estamos acostumbrados/as y que no deben volver a repetirse.

Hoy, el equipo de Concejales, salvo Ruth Cáceres y Zuliana Araya, rechaza la propuesta de Modificación luego de haberla aprobado. Aducen presiones y otras razones. Pero lo que se esconde tras esto es que estas autoridades quedaron deslegitimadas, sus discursos responden a “los poderosos de siempre” y no a las comunidades de la ciudad; lo que se oculta, entonces, es que tienen un miedo y una rabia tremenda porque perdieron poder. Los invitamos a repensar la problemática y no cerrarse en esquemas basados en mentiras y alejados del electorado que representan.

En definitiva lo saludable es que estas lógicas están empezando a cambiar. Por nuestra parte queremos aprender, autoformarnos, aportar, co construir propuestas de planificación integral para Valparaíso; queremos salir del lenguaje y las lógicas excluyentes y exclusivistas para construir ciudad, riqueza, vivienda y trabajo; queremos que quienes habitan en Valparaíso puedan decidir informádamente y tener injerencia total en cada una de las decisiones que se hagan sobre la ciudad sin ser invisibilizados; estamos apostando por co construir otro forma de relacionarnos, un modelo que donde la corrupción, ni el abuso organizado tiene cabida, pero sí el respeto y la justicia social. 

Comunidad Ex Hospital Ferroviario, Cerro Barón

Colectivo Páez 11, Cerro Barón

Coordinadora Defensa por un Territorio Libre

Óscar Montiel, Cerro Esperanza

Gastón Lux, Cerro Esperanza

Centro Cultural Placilla, Placilla de Peñuelas

Comisión Jurídica JJVV 92 Villa Berlín, Cerro Los Placeres

JJVV 86 Población Cincel, Cerro Los Placeres

Casa Ex Consultorio Mena, Cerro Florida

JJVV 125 Florida Alto, Cerro Florida

Coordinadora Laguna Verde, Laguna Verde

Prensa Digital, Laguna Verde

Comité de Adelanto Las Antenas