Día del Medio Ambiente en Chile: Por Matías Asún, Director Greenpeace en Chile

Matías Asún, Director Greenpeace en Chile

Hoy en nuestro país se discute cómo resolver problemas asociados a la fiscalización de empresas cuyo impacto ambiental puede afectar la vida de comunidades completas. Para Greenpeace este escenario ambiental es complejo y requiere una discusión profunda en la que los actores involucrados tengan derecho a voz y a voto. 

Tenemos el caso de la Planta de Agrosuper en Freirina, las inversiones de Copec y Ultramar para abaratar sus costos operaciones sustituyendo su importación de Carbón desde el extranjero por material extraído desde Isla Riesco; la ilegalidad en la calificación de "molesta" para aprobar la central termoeléctrica Castilla, la más grande de toda América Latina ubicada en Atacama; la publicidad engañosa que ha montado campaña de Hidroaysén y la construcción de Campiche, inmediatamente al lado de Ventanas, en la V región. Estas son algunas “coyunturas” en las que Greenpeace  ha alzado la voz ( www.greenpeace.cl).

Y aún tenemos mucho trabajo por hacer.

Por eso decidí ir a conocer la realidad de Ventanas. Recorrí la zona y quedé impresionado: un camión de entre 20 a 30 toneladas repleto de cenizas entra cada 8 minutos a los botaderos que están localizados unos pocos kilómetros al interior de la misma zona afectada. Recorrer el camino es escalofriante. Son kilómetros de pequeños montículos que separan gigantescos hoyos, que hoy esconden millones de toneladas de desecho. El mismo que hoy envenena a los habitantes de Puchuncaví y La Greda.

Más aún, en nuestra visita pudimos atestiguar la incapacidad existente no sólo en términos de fiscalización ambiental, si no derechamente en las limitaciones normativas que hoy rigen y que permiten cumplir normas diarias de emisiones a pesar de que dentro una misma mañana pueda haber un peak tóxico que afecte a una comunidad completa. Y eso ocurre una y otra vez, a vista y paciencia de la autoridad.

Me fui de Campiche con la certeza que cuando se trata del carbón no hay que ser experto; las emisiones, las cenizas, y los accidentes los pagamos todos.

Por esto, nuestro trabajo hoy está concentrado en detener proyectos energéticos nefastos que nos amarrarán a un modo obsoleto de generación de energía eléctrica. Carbón, grandes platas generadoras y escasa regulación son los peores enemigos de proyectos de fomento de las energías renovables no convencionales, donde Chile tiene gigantesco potencial. Buscamos  entonces programas de eficiencia y ahorro de energía y una regulación de mercado que permita mayor competitividad, innovación y beneficio para las personas. Voluntarios, activistas, trabajadores y la gran comunidad que nos ha apoya en Chile y el mundo han enfocado sus esfuerzos en lograr esta urgente meta; cambiar de foco.

En Greenpeace, trabajamos para realizar los cambios que se necesitan. Porque cada minuto de silencio y complicidad agrava la situación y se traduce en costos directos para familias vulnerables. Las cosas como son: No basta con que el Gobierno declare- ¡por fin!- que necesitamos discutir nuestra política energética, necesitamos dar esa discusión de forma franca, abierta y con la transparencia y participación como garantes del proceso.

Pero no sólo energía es nuestra preocupación en Chile. También para Greenpeace, nuestras costas necesitan de nuestro trabajo. Y esto pues los océanos son lo que dirigen nuestros sistemas meteorológicos, proporcionan alimentos y empleos para miles de millones de personas y, no menos importante, nos dan la mitad del oxígeno que respiramos. Estamos trabajando para que se logre el trámite de ratificación de la largamente anhelada Organización de Regional de Pesca del Pacífico Sur (ORP), institucionalidad que es la única herramienta para permitir su manejo sustentable y eventual recuperación en alta mar.

Somos conscientes como organización ambiental que el  jurel se encuentra al borde del colapso y podría recuperarse sólo si se regula a todos los actores, fijando capturas por los próximos 10 años en concordancia con los criterios científicos. Como organización global estamos claros que en este punto no hay que crear falsas disyuntivas: lo que garantiza la viabilidad del negocio no es la explotación a ciegas, sino que de la entrada en vigencia de la Convención dependen el jurel, los empleos asociados, el desarrollo de este sector del país y los ecosistemas marinos. 

En este camino, a nivel internacional,  Greenpeace junta sus fuerzas alrededor del mundo para la Cumbre de la Tierra Río +20  llamada oficialmente Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable que se celebrará del 20 al 22 de junio de 2012 en Río de Janeiro, Brasil. Esta cumbre es un nuevo intento de Naciones Unidas en el comienzo de milenio para avanzar sobre el compromiso de los Estados y la comunidad mundial en los grandes cambios de este siglo XXI. Para esta reunión Greenpeace elaboró un “Plan de Rescate de los Océanos”, donde se revisan una serie de estudios de caso que muestran cómo los océanos del mundo se están comprometiendo, desde el Ártico hasta la Antártida.

El plan de rescate de los océanos busca garantizar que los recursos oceánicos se utilicen de forma sostenible, los beneficios derivados de su uso se distribuyan de manera justa, y que los gobiernos puedan actuar sobre sus compromisos de largo plazo para crear una red global de parques marinos.

¿Qué planificación queremos impulsar para favorecer un desarrollo como planeta limpio y sustentable? Aquí el desafío. Otro mundo justo y solidario es posible, y ya estamos dando esa pelea por ello. Los dejo invitados a unirse a nuestro compromiso.

Los invito a seguirnos en las  cuentas oficiales para la region de Valparaiso en  twitter @gp_valpo y el facebook http://www.facebook.com/greenpeace.valparaiso