Día Mundial contra la Hepatitis: Qué es y cómo reconocer esta enfermedad

Día Mundial contra la Hepatitis: Qué es y cómo reconocer esta enfermedad

28 Julio 2016

Graves daños hepáticos, cirrosis e incluso cáncer, son algunas de las complicaciones crónicas que puede generar la hepatitis, enfermedad inflamatoria que afecta al hígado y que es provocada principalmente por causas infecciosas, inmunitarias y tóxicas. 

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El hígado es un órgano glandular que se encarga de la regulación de la mayoría de los niveles de sustancias químicas de la sangre y de secretar la bilis, que es liberada en el intestino para favorecer la digestión. Además, ayuda a luchar contra infecciones, favorece la desintoxicación y fomenta el almacenamiento de vitaminas y energía. Por eso es importante cuidarlo de enfermedades, sobre todo de la hepatitis.

La palabra Hepatitis proviene del griego, y significa inflamación del hígado. Ésta puede ser provocada por una infección vírica, cuyos principales agentes son el virus tipo A, B, C, D y E.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad causa más muertes que el VIH, la tuberculosis o la malaria, al año. Por ello, la importancia y esfuerzos en las campañas de su erradicación y prevención.

“Es difícil explicar la mortalidad asociada a la enfermedad, principalmente por la variedad de tipos que existen y porque las vías de contagio son diferentes en cada caso, además de que las muertes producto de la hepatitis ocurren, por lo general, décadas después de contraer la patología”, sostiene el infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Werner Jensen.

Cómo detectarla

En el mundo, muchas son las personas que padecen esta patología, y que pese a que afecta principalmente a adultos jóvenes, cualquier persona puede contagiarse.

La hepatitis puede manifestarse a raíz de diferentes causas, entre las que destacan las ocasionadas por fármacos o tóxicos; la esteato-hepatitis no alcohólica, donde es la grasa en exceso la que produce la inflamación; aquella sin causa conocida, donde se incluyen las autoinmunes y la criptogenética; y por último, están las más comunes, que son las infecciosas.

De acuerdo a lo expuesto por el especialista de Clínica Ciudad del Mar, en la mayoría de los casos la infección es asintomática. No obstante, hay señales a las que hay que tomar atención para luego comenzar un tratamiento. Esto es, escalofríos, dolores de cabeza, falta de concentración, fiebre alta, anorexia, faringitis y náuseas, que son parte de sus síntomas iniciales. La pigmentación amarilla de la piel (ictericia) y la orina oscura (coluria), en tanto, son manifestaciones que pueden o no acompañar al cuadro, y aparecen posteriormente a los síntomas generales.

En cuanto a esta patología, la inflamación puede ser aguda o crónica, pudiendo llevar al desarrollo de cuadros fulminantes (cirrosis o cáncer de hígado). La intensidad de lo anterior de verá de acuerdo a diferentes factores, como la duración de la misma.

Tipos de hepatitis

La hepatitis es la inflamación del hígado, provocada, en la mayoría de los casos, por infecciones del virus A, B, C, D y E (principalmente).

Las más peligrosas son las fulminantes, pues pueden producir falla hepática aguda y poner a la persona en riesgo vital debido a que el hígado es un órgano irreemplazable en sus funciones. Dentro de ellas, las hepatitis por virus A y E, en menos de un 1%, pueden tener un curso fulminante. Otra hepatitis grave, que también puede causar una falla hepática aguda, es la provocada por la sobredosis de paracetamol.

El doctor Werner Jensen, infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica que, en cuanto a las hepatitis infecciosas, las hepatitis producidas por el virus A y E, que se transmiten por agua o alimentos contaminados, no tienen tratamiento específico y son de carácter agudo.

La hepatitis B, en tanto, se transmite por embarazo y parto al bebé, por relaciones sexuales y drogadicción con agujas, y se curan en un 90 % de los casos, haciéndose crónicas en el 10 % restante. Las formas crónicas requieren tratamientos prolongados porque se elimina la infección, pero el virus se mantiene en el cuerpo.

El virus de hepatitis C, que se transmite igual que la hepatitis B, se hace crónica en 80% a 90 % de los casos y requiere tratamiento con drogas orales de alto costo.

“La mayoría de las muertes en el mundo se deben a los tipos B y C, ya que pueden provocar un daño hepático grave y predisponer al paciente al cáncer de hígado”, sostiene el infectólogo de Clínica Ciudad del Mar.

Prevención

Este jueves 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, instancia en donde se busca sensibilizar a la población general sobre las hepatitis víricas, y así para poder hacer frente a esta enfermedad “silenciosa”.

El Dr. Werner Jensen, explica que las hepatitis, dependiendo de sus causas, se pueden prevenir a través de hábitos alimentarios saludables, evitando la ingesta de sustancias tóxicas para el hígado, como el alcohol y algunos fármacos, además del manejo adecuado del agua y de los alimentos, y de mantener relaciones sexuales protegidas. Asimismo, es esencial la administración de vacunas para hepatitis A y B, incluidas en el Programa Nacional de Inmunizaciones.

Es importante destacar que tanto la hepatitis B como la hepatitis C están comprendidas en el GES, y que las variantes de la enfermedad, tipo A, B, C y E, son Enfermedades de Notificación Obligatoria Diaria.