El mejor estado de la vida no es estar enamorados, es estar tranquilos

El mejor estado de la vida no es estar enamorados, es estar tranquilos

09 Abril 2020

El primer paso es sentirnos bien con nosotros mismos. No busques afuera, lo que ni si quiera puedes encontrar en tu interior. 

Luis Gavilán >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

 

Aquí te va una verdad que no te va a gustar: El amor está SOBREVALORADO. A lo largo de la historia de la humanidad nos han vendido la idea de que cuando encuentres a la pareja perfecta serás feliz (GRAVE ERROR). Seguirás igual de infeliz (o peor), si es que tratas de compensar tus carencias emocionales internas con las de otra persona. Existe la falsa creencia de que estar en pareja es la fórmula perfecta para alcanzar la autorrealización personal. Lo peor que podemos pensar es que al estar “enamorados” y encontrar a esa persona tan especial, va a resolver todos nuestros problemas (incluso nuestro entorno nos alimenta esa idea). Borra de tu mente el hecho de que el amor es un SALVAVIDAS, por que no lo es.

El primer paso es sentirnos bien con nosotros mismos. No busques afuera, lo que ni si quiera puedes encontrar en tu interior. Cuando logres entender que no te hace falta buscar algo afuera para ser feliz, ni si quiera el amor de otra persona vas a darte cuenta que pudiste hackear todas las creencias que te vendió Hollywood, las películas, las canciones, los poemas, etc, que te hacen pensar que necesitas a “otro” para alcanzar la autorealización personal.

En vez de preocuparte por estar solo deberías tener miedo de no estar tranquilo. Cuando una persona esta tranqui en su vida logra realmente el equilibrio interior en donde nada sobra y nada falta. Si te “enamoras” antes, pierdes, porque no tienes los recursos internos suficientes para administrarlos de manera correcta y se van a reflejar en celos, inseguridades y malos tratos. Solo en ese momento de tu vida cuando llegues a estar TRANQUI puede recién aparecer un amor de forma saludable, pero OJO no es una necesidad ni una obligación.

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