Por Gustavo González Doorman, Presidente Cámara Regional del Comercio de Valparaíso.

Frente a la realidad que ha puesto a los casinos populares en la palestra pública, consideramos que se tiene que hacer cumplir la legalidad existente, que prohíbe los juegos de azar salvo en los recintos autorizados para ello, en este caso solo permite máquinas de azar en casinos establecidos, por ello, estamos conformes ante las medidas que se están tomando al respecto y solicitamos la más pronta implementación de las mismas, de tal suerte que se erradiquen estas máquinas ilegales.

Hay que terminar con la expansión de estos centros que operan de manera ilegal, y que, lamentablemente, podemos encontrar en los más diversos sectores de nuestra región. Ya en 2008, cuando las cifras regionales eran cercanas a las 4.000 máquinas, se realizó una campaña para erradicarlos, sin éxito. Sin embargo, hoy, se calcula el funcionamiento de más de 6 mil.

Esta alerta no es antojadiza y la iniciativa fue tomada con mucha fuerza y puesta en práctica en nuestra región, lo que valoramos en todo su mérito. Es a través de la Intendencia Regional, que en colaboración con los organismos intervinientes en la materia, se están buscando estrategias que permitan frenar este problema, haciendo cumplir la Ley que regula el funcionamiento de este tipo de actividades.  Solicitamos esta misma decisión a las autoridades comunales, como se ha evidenciado en algunas comunas de la región.

En efecto, no se deben obviar los problemas sociales que ello acarrea. Quienes menos tienen, gastan los escasos recursos en actividades como éstas.  La vulnerabilidad de la población más expuesta a esta actividad ilegal,  hace que se afecte su salud (ludopatía), familia y estabilidad emocional. Se permite un fácil acceso de menores de edad para hacer uso de estos tragamonedas. La seguridad se ve seriamente dañada en los sectores donde se encuentran estas máquinas ilegales. Se genera el desplazamiento y detrimento del comercio tradicional, perdiendo emprendimientos y empleos que afectan a nuestra economía. Nadie vela por la fe pública, al ser dispositivos sin control alguno. Además de la evasión tributaria que esta actividad genera.

Se deben tomar cartas en el asunto. En este punto, es destacable la acción que se tomó en la comuna de Villa Alemana que, en diciembre de 2011, generó una ordenanza municipal sobre explotación comercial de máquinas de habilidad, de destreza o juegos similares en dicha comuna, y que al 2012 clausuró 80 locales por no tener máquinas acreditadas en esa categoría.

La Ley existe y hay que hacerla cumplir. No sólo es responsabilidad de las autoridades sino que de toda la comunidad. No se puede avalar aquello que no funciona en el marco de la legalidad. Por ello, hacemos un llamado para que se generen medidas que permitan atacar esta problemática de la manera más efectiva, y que actividades como éstas, se realicen sólo en aquellos casinos establecidos y que cumplan con la normativa vigente.