Por Jorge Bustos

La primera vez que el ministro Longueira fue entrevistado por un Mall, fue por el que se pretende construir en el sector Barón de Valparaíso, donde declaró que él respetaba los acuerdos tomados por el gobierno anterior. Nos gustaría saber qué opina ahora después de la Chambonada de Castro.

Es curioso: el Ministro de la Vivienda descansa y culpa a los municipios y sus departamentos de urbanismo de tener facultades para detener estas plastas arquitectónicas. En San Antonio no se pudo, era tarde.

En Marbella, una ciudad turística europea, se descubrió que el municipio y las personas que trabajaban en él, así como las empresas inmobiliarias, coaptaban y corrompían a los funcionarios para poder construir no sólo espacios comerciales, sino que también inmobiliarios. Tengo la sensación que en nuestro país está ocurriendo lo mismo, AHORA.

No existe nada que explique lo que ocurre en Castro, es una aberración, es impresentable, por lo tanto, los concejales y el alcalde o son unos ignorantes o son corruptos. No existe otra explicación, pues ellos deben haber visto los planos, las maquetas, las presentaciones en 3D. La empresa constructora debe haber expuesto en los concejos municipales. ¿Quién del municipio podría alegar inocencia? Ellos sabían de esto. Pregunten a Vesna Yurac. Lo mismo sucede en Valparaíso.

En Valparaíso se tomará la bodega Simón Bolívar del sector Barón, que es monumento nacional y que goza de ser la estructura más larga y más antigua de AMERICA. La dejarán dentro de un casquete indecente del Mall Plaza, cuyo dueño del 80% del proyecto es nada más y nada menos que Falabella.

El Ministro Longueira dice "hay zonas donde tenemos que hacer un crecimiento armónico. Me parece impactante y lo considero una chambonada". Bueno, entérese Ministro que acá la cosa es peor, los mismos que están construyendo la chambonada de Castro, recibirán un subsidio de 21,5 millones de dólares, para cuidar sus mismas estructuras y espacios públicos con dineros de todos los chilenos. Aún es más vergonzoso: los mismos Falabella, con la aprobación de la anterior Presidenta de la República, compraron en 2,25 UF, terrenos que costaron 19,5 UF, el metro cuadrado a la empresa del Estado que las vende.

Esto no es una chambonada, lo que hemos estado denunciando es una inmoralidad, y quien no lo asuma es cómplice por omisión del fraude al fisco que se quiere imponer en nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad.

¿Qué dirá el Estado de Chile y el Municipio a la Unesco, por esta chambonada?.

Luciano Cruz-Coke, aseguró que la irrupción del centro comercial es "grosera y aberrante".

¿Y en Valparaíso, que se supone que es?

Esperemos que los ministros no tengan que hacer declaraciones defensivas o alegar inocencia cuando la realidad les reviente en la cara.

No al Mall en Barón

Jorge Bustos