Mastectomía: ¿cuál es el límite?

Mastectomía: ¿cuál es el límite?

16 Mayo 2013

La noticia de la doble mastectomía que se realizó la actriz Angelina Jolie impactó a la opinión pública. Considerada por algunos como “extrema”, la decisión de someterse a esta cirugía disminuye de manera considerable el riesgo de padecer este mal.

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La actriz norteamericana Angelina Jolie sorprendió  con su columna en el New York Times, donde reveló su operación para extirparse ambos pechos, después de que le confirmaran su predisposición genética a desarrollar cáncer de ovarios o de mama.

Se denomina  como  “mastectomía” a la extirpación total de la glándula mamaria,  cuya finalidad es la prevención del desarrollo de cáncer de mama. “Se hace cuando una persona tiene un cáncer mamario, generalmente de un tamaño muy grande donde no se puede resecar  solamente el tumor”, explica el doctor Mario Pardo, ginecólogo y mastólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile.

Sin embargo, los antecedentes recopilados sobre la cirugía de la actriz norteamericana apuntan a una mastectomía profiláctica, procedimiento donde se saca la mama para evitar que aparezca un cáncer, sin la necesidad de haberlo desarrollado.

Factores de riesgo

Las alteraciones genéticas, antecedentes familiares y lesiones premalignas en las mamas (como las hiperplasias atípicas) son algunos de los factores que podrían desencadenar esta afección.

Entre un 5% y 10% de estos cánceres tiene origen genético, respecto a lo cual el doctor Pardo agrega que “cuando se hace la profiláctica, se la hace la paciente que tiene la alteración de un gen, y dentro de la alteración del gen, la más importante es el BRCA 1 y BRCA 2”.

Se estima que 8 de cada 10 mujeres con el gen alterado puede desarrollar un cáncer durante su vida. En ese caso, la mastectomía profiláctica, al sacar la glándula mamaria, reduce esa posibilidad en un 97%. Además de la patología de mamas, el BRCA 1 está asociado al cáncer de ovario.

Asimismo, un 20% de los casos se relacionan con antecedentes familiares donde no se ha demostrado un problema genético, mientras el 70% corresponde a un origen esporádico.

Cuando en el grupo familiar de una mujer  la madre ha tenido el cáncer antes de los 40 años, o un varón padece cáncer relacionado con el gen BRCA 1 o BRCA 2, se aconsejan exámenes tempranos.

Si bien la recomendación de los especialistas sugiere la realización de las mamografías a partir de los 40 años,  en caso de familiares directos con cáncer, las mujeres deberían hacerse el examen diez años antes de la aparición del tumor en su pariente. Es decir, si a la madre se le detectó la enfermedad a los 35 años, la hija debiese someterse al examen a los 25.

“Mientras el familiar haya tenido el cáncer más tardíamente, es menos probable que esa descendiente tenga un cáncer. Mientras más joven la familiar, más probable que tenga un cáncer esa descendiente”, recalca el mastólogo.

Existen otros marcadores menores, pero que podrían tener un grado de influencia, como la obesidad en una mujer postmenopáusica, la ingesta elevada de alcohol (más de 5 gramos al día), no haber tenido hijos, entre otros.

La prevención, una vez más, cobra relevancia para enfermedades de esta envergadura. Un estilo de vida saludable con buena alimentación y actividad física diaria son básicos para mantener en buen estado al organismo.

Además, realizarse mamografías una vez al año a partir de los 40, ayudará a la detección precoz. El médico del Hospital Clínico Universidad de Chile advierte que “no va a evitar que aparezca cáncer, pero sí se diagnosticará precozmente, eso es prevención secundaria”.

Aunque muchos hayan considerado la decisión de la ganadora del Oscar como “radical”, el doctor Pardo asegura que es una opción pertinente y comprensible. “Cuando empezó a salir esto, parecía una medida extrema. Pero nos hemos ido acostumbrado y está demostrado que la posibilidad de que tenga cáncer disminuye en un 97%, lo cual no es menor”, sentencia.