Este martes continuó en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el diálogo entre parlamentarios, ejecutivo y Colegio de Profesores por el proyecto que crea una nueva Política Nacional Docente.

Luego de la sesión, el ministro Eyzaguirre valoró el diálogo que se ha dado en la comisión, señalando que “hoy día la democracia sin duda alguna requiere de la participación de los distintos actores sociales” y que este “ha sido un buen ejercicio republicano”.

El titular de Educación explicó que el ejecutivo recibirá las propuestas que hagan los diputados de la comisión respecto al proyecto de ley, “y trabajaremos al máximo de la velocidad posible para poder dar una respuesta sensata, serena y viable, pero lo importante para nuestros niños y niñas es que estas respuestas tengan que ver con la calidad de la educación que queremos lograr con esta reforma y no con activar o desactivar un paro”.

En este sentido, agregó que si en el marco de este diálogo “encontramos méritos que desde el punto de vista de los intereses supremos de los niños y niñas contribuyen a una mejor ley, tendremos la mayor de las aperturas”.

“Podemos seguir acercando posiciones” añadió el ministro y enfatizó que “lo que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo, porque el interés supremo aquí es de los niños y niñas que necesitan volver a clases”.

Asimismo, Eyzaguirre reiteró que existen asuntos que “siendo completamente legítimos, se refieren a temas que no están abordados en este proyecto de ley. Tenemos mucha disponibilidad -y siempre lo hemos dicho- para trabajar paralelamente con el Colegio de Profesores temas que pertenecen a otras leyes o que son otras leyes por presentar”.

Uno de estos asuntos es el número de alumnos por clase, respecto a lo cual el ministro reiteró el interés del ejecutivo en ir disminuyéndolo: “nosotros vamos a estar disponibles, pero tenemos que hacerlo de manera gradual, porque hay muchos colegios que tienen muchos cursos de 45 niños, entonces no podemos hacerlo de la noche a la mañana”.

En cuanto a los recursos que contempla esta iniciativa (2.300 millones de dólares), el ministro enfatizó durante su presentación que “este proyecto significa una inyección de recursos como jamás se ha visto en la historia de Chile en materia de un cambio en la profesión docente”.

Comienzo de la gratuidad en la Educación superior

Consultado sobre la implementación de la gratuidad en la educación superior, el ministro reiteró que el tema “no está escrito sobre piedra” y que se buscará “acelerar la gratuidad de los que están fuera del Cruch (…) Veremos qué tan rápido podemos aunar criterios y juntar necesidades con recursos”.        

En este sentido señaló que “no vamos a financiar universidades con cualquier característica”, y explicó que existen algunos criterios relevantes, como que la universidad sea sin fines de lucro e independiente “en el sentido de que no sea una empresa controlada por otra que sí tiene fines de lucro”; el que tengan una carrera académica explicita “para que de alguna forma la libertad de pensamiento y todo lo que es el espíritu universitario se manifieste”; y que sean transparentes desde el punto de vista de los balances.