Por Jorge Dahdal Casas-Cordero, Presidente Cámara Chilena de la Construcción Valparaíso. 

Es una gran noticia para toda la Región y sus habitantes, la aprobación definitiva del Premval por parte de Contraloría. Esperamos que el instrumento cumpla con todos sus objetivos originales como son optimizar el uso de suelo urbano, proteger el medio ambiente y los recursos naturales, procurar que el crecimiento en extensión de los centros poblados se oriente hacia las áreas con mejores condiciones, proponer una zonificación territorial coherente con el desarrollo de las actividades económico sociales y optimizar la accesibilidad física entre las distintas zonas.

Tras las últimas modificaciones introducidas por la Seremi Minvu, pensamos que se han hecho las concesiones necesarias para garantizar las áreas verdes y la sustentabilidad del desarrollo de las ocho comunas que incluye.

Cabe destacar que durante casi dos décadas se realizaron análisis por parte de la Seremi Minvu, se recibieron aportes técnicos de organismos especializados, observaciones de los municipios y se desarrolló una minuciosa evaluación ambiental. Todo esto buscando satisfacer las inquietudes y requerimientos de todos los actores interesados, desde el gobierno hasta los desarrolladores inmobiliarios, pasando por las autoridades comunales, las organizaciones civiles y los grupos ecologistas, por lo que estimamos que el instrumento resultante tiene una gran legitimidad social.

Por lo mismo, esperamos que a la brevedad entre en vigencia y permita resolver problemas tan graves y urgentes que enfrentan nuestras ciudades, como la falta de suelo urbano para sustentar su crecimiento y la escasez de terrenos para construir las viviendas que la población necesita y demanda.

Corresponde ahora, si bien no es vinculante, que las municipalidades incorporen en sus planos reguladores las nuevas zonas de extensión urbana, potenciando el uso de suelo y mejorando las regulaciones. Y que autoridades regionales y comunales impulsen decididamente la factibilización técnica de las distintas zonas por parte de las empresas de servicios básicos, a través del desarrollo de la vialidad y la infraestructura necesaria para tales propósitos, lo que es requisito fundamental para poder incorporar en propiedad el nuevo suelo urbano para construir las viviendas, la infraestructura y el equipamiento que la región y su gente necesitan.

De esta manera por fin podremos contar con una herramienta crucial para orientar y planificar racionalmente el desarrollo por la próxima década, fijando lineamientos precisos para el crecimiento de las ciudades e impulsando un desarrollo sostenible, que es la apuesta de la Cámara Chilena de la Construcción.