Por Silvana Sáez Valladares

Directora Área de Educación Corporación Municipal Valparaíso

A propósito de la discusión curricular que ha estado en la palestra estos últimos días, tenemos la impresión que podríamos ir un poco más al fondo. El diseño del currículum, es el diseño ideológico de un sistema político, por tanto debe y responde a la estrategia país o como en muchos casos a la estrategia del Banco Mundial que sostiene un sistema como el nuestro.

Este sistema, propone una trayectoria teórica escolar a las y los estudiantes fragmentada en asignaturas, que intenta desarrollar su integralidad, abordándolos por separado. A nuestro modo de ver, debemos avanzar a la eliminación de esta trayectoria curricular fragmentada y llegar a una propuesta de áreas de desarrollo complementarias entre sí, que busquen la educación y formación de un sujeto preparado para su proyecto de vida y preparado para una sociedad que lo espera como protagonista de sus cambios  políticos y sociales.

Dicho esto, estas áreas deben incluir un porcentaje de flexibilidad que permita a los estudiantes definir democráticamente su trayectoria, eso supone un sistema dinámico y con competencias profesionales amplias.

Sin duda, las ciencias sociales, las humanidades, las ciencias, las artes, las tecnologías, deben ser abordadas en un inicio de la trayectoria como experiencia educativa que les permita a todos y todas conocer, saber y experimentar conocimientos nuevos o profundos del desarrollo del conocimiento de la humanidad y pueda luego o simultáneamente incorporar conocimiento local contextualizado.

Para ello la docencia debe estar preparada para abordar áreas del conocimiento para su transversalización, y no asignaturas, quizás esto solo implica actualización de contenidos. En tanto, la formación inicial, debiera responder a una mirada integral de estas áreas a desarrollar.

Tenemos la oportunidad de iniciar una discusión para hablar de un currículum para vida, como lo declaramos en el Modelo Educativo de Èxito de las Trayectorias Educativas de Valparaíso.

Será posible que los profesores de Chile hagamos nuestra propuesta curricular para el país que queremos, que sin duda es un mejor país para todos, con mayor justicia social.