Por Carlos Alberto Canales Guerra, Cirujano Dentista y Especialista en Medicina Oral y Patología Buco-Máxilo-Facial

Las células malignas, aquellas que comúnmente denominamos cáncer, pueden desarrollarse en prácticamente todos los tejidos del organismo, incluyendo los que constituyen nuestra cavidad oral.

Actualmente se han reconocido y descrito numerosos tipos de cánceres que afectan a todas las estructuras que forman parte de la boca, incluyendo labios, mejillas, paladar y lengua, incluso huesos maxilares y glándulas salivales. Aunque la diversidad es muy abundante, la gran mayoría de ellos se presentan en la mucosa que recubre la superficie oral.

Los cánceres orales representan cerca del 5% de la totalidad de éstos, y de ellos ,el más común es el que denominamos “carcinoma de células escamosas” (CCE), el cual puede desarrollarse en pacientes de cualquier edad, aunque lo hace con más frecuencia durante las etapas tardías de la vida, sobre los 50 de edad, principalmente en varones.

Las causas precisas del cáncer oral no se han identificado, aunque se describe una fuerte relación con el consumo de tabaco, principalmente cigarrillos. Otros factores que incrementan las posibilidades son el consumo de alcohol, la mala higiene oral y algunas infecciones, aunque su actividad no ha sido completamente demostrada. En el caso del cáncer que afecta al bermellón labial, se ha establecido el rol de la exposición prolongada a la radiación solar, especialmente a la ultravioleta.

Es así como podemos mencionar que el Carcinoma de Células Escamosas se presenta en cualquier zona de la superficie oral, incluyendo labios, encía, mejilla, lengua y paladar. Suele manifestarse como una herida, de tamaño variable, que no cicatriza. Otros casos corresponden a manchas blancas que no se desprenden al raspado o áreas rojizas no atribuibles a una causa directa, como el roce de alguna estructura o infecciones locales.

Aunque los tratamientos médicos y quirúrgicos del cáncer han avanzado mucho durante las últimas décadas, la sobrevida de los pacientes con cáncer oral no  ha mejorado considerablemente. Pese a estos resultados desalentadores, se ha demostrado que las maneras más adecuadas de mejorar las perspectivas de vida de estos pacientes, son la prevención y el diagnóstico precoz. De esta manera, es fundamental conocer y controlar los factores de riesgo asociados con el desarrollo de este mal, principalmente en consumo de cigarrillo, y realizar controles periódicos con el profesional odontológico.

Ante la presencia de una lesión sugerente, es necesario asistir a un Odontólogo especialista en el estudio de enfermedades orales, realizar biopsia en caso necesario y establecer el diagnóstico definitivo, idealmente en las etapas clínicas iniciales del cáncer.

Finalmente, es necesario crear conciencia en las personas sobre la presencia del cáncer oral, conocer y controlar los factores asociados a su desarrollo y consultar, en caso de dudas, al Odontólogo tratante para que realice las acciones necesarias.

El diagnóstico precoz es fundamental en el tratamiento del cáncer oral.