[OPINION] El fuego y la movilización general en Valparaíso

06 Febrero 2017

Aquí en Valparaíso seguimos en el debate sobre qué hacer con las víctimas, lo cual es prioritario a no dudarlo, y casi nada sobre gestión de riesgo y reducción de daño, sobre medidas preventivas específicas poco y nada.

Ibán de Rementería >
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“Ambas autoridades –Contraalmirante McIntyre e Intendente Aldoney- acordaron ayer poner en marcha un plan de prevención de incendios, cuyos detalles se excusaron de revelar por seguridad”. El Mercurio, Santiago, 15 enero 2017

Seguramente esta equívoca noticia se referencia a la tendencia de la autoridad de atribuir los incendios a responsables circunstanciales, culposos o dolosos, ¡la cacería de los pirómanos!, la cual tenderá a desaparecer en la medida que las investigaciones del Ministerio Público vayan estableciendo que las mayores responsabilidades recaen en las conductas negligentes o culposas de las empresas forestales, de transmisión eléctrica, de construcción, de agua potable, etc., las prácticas de quemas agrícolas, descuidos recreativos y alguno que otro enrabiado por algo, etc.   

Esta doctrina de la piromanía en los incendios forestales fueron actualizadas ante el incendio de Puertas Negras en Valparaíso, acontecido el 2 de enero pasado, originado en las plantaciones forestales de Laguna Verde, a 7 kilómetros de distancia, lo cual fue la precuela o anunciación del gran incendio forestal que en estos momentos recorre el centro sur del país, habiéndose quemado hasta ahora cerca de 600.000 hectáreas de bosques originarios, plantaciones forestales, agrícolas y pecuarios, 1.410 viviendas 512 rurales y 900 urbanas, 6.000 damnificados y once víctimas fatales principalmente entre brigadistas forestales, bomberos y carabineros.

Aquí en Valparaíso seguimos en el debate sobre qué hacer con las víctimas, lo cual es prioritario a no dudarlo, y casi nada sobre gestión de riesgo y reducción de daño, sobre medidas preventivas específicas poco y nada, solamente el Alcalde Sharp sometió al Concejo Municipal el “Plan de Prevención de incendios de interfase", el cual aún no ha sido aprobado. O discutimos si es pertinente para la seguridad de las víctimas que se dé por terminado el Estado de Emergencia que pone a las fuerzas armadas al cuidado del orden público.

Las lecciones aprendidas a fuego

A nivel nacional el único aspecto positivo de este Mega Incendio Forestal es que ha puesto en evidencia la incapacidad del Estado para prevenir y controlar estos eventos adversos, de preverlos,  anticiparlos y prevenirlos, de contenerlos y controlarlos, incapacidad que los  convierten en desastres y catástrofes; capacidad de prevención y control que es la única manera mitigar sus impactos y reducir los daños que puedan causar o causen entre la población. Pero, como siempre se supone que basta un cambio legal e institucional para que todo quede resuelto, el debate es desincentivado cuando no reprimido, en aras de lo prioritario que es atender a las víctimas e iniciar la reconstrucción; además, por encima de todo sobre informando para desinformar y convertir la catástrofe en un espectáculo donde se pavonean en los medios aquellos responsables que no supieron que hacer. Esta vez esto un puede volver a suceder, este es el asunto político de la mayor importancia para la protección civil de la población.

Otro aspecto positivo en particular es la constatación práctica de que la única manera de impedir el avance del fuego forestal sobre las zonas urbanas en la interfaz urbano rural es mediante los cortafuegos, sean estos preventivos o para controlar los incendios en desarrollo. Los cortafuegos son franjas de territorio donde se retira todo material combustibles  -árboles, arbustos y hierbas, restos vegetales y basuras, también el suelo vegetal de ser necesario- y se lo mantiene así, las franjas son de ancho variable según las características de suelo y clima de cada localidad. Los cortafuegos pueden tener 100, 200 o más metros de ancho y también son corredores para la movilización de los equipos contra incendios, los brigadistas y bomberos. Sorprenden las afirmaciones del Intendente Aldoney  [El Mercurio Valparaíso, 29 enero 2017], considerando un mito a los cortafuegos simplemente porque no se supo utilizar como tal al Camino de la Pólvora para contener el mega incendio en abril de 2014 y ahora en Puertas Negras, donde tuvieron una hora para darle tal uso. En estos días, la imagen recurrente en los medios de comunicación con hombres, mujeres y adolescentes motosierra, hacha, machete o azadón en mano desesperadamente cortando árboles, arbustos o pastos, incluso en la oscuridad de la noche, para proteger sus viviendas o predios señala la grave desidia en que se ha incurrido por la ausencia  de esta medida elemental de protección civil.

Lo que debe ser entendido es que los incendios forestales y sus impactos en la protección civil de la población es un asunto eminentemente político, de poder. El modelo neoliberal de explotación forestal del territorio nacional ha causado un deterioro medio ambiental de tal magnitud que se expresa  en la proliferación creciente de incendios masivos de plantaciones de pinos y eucaliptus, así como de los bosques de especies nativas, de las actividades agropecuarias, de los poblados rurales y los barrios periféricos de las ciudades, allí donde viven los pobres, ¡ellos siempre desubicados!

Estos desastres naturales se deben estructuralmente a la mala gestión de territorio, lo cual  se  acelera en la reiteración de sus manifestaciones hasta convertirse en incendios catastróficos debido al cambio climático con el alza de las temperaturas medias, la pérdida de humedad de los suelos, la concentración de los episodios de lluvias y la prolongación de las sequías. La prevención y control de esos desastres depende exclusivamente de una nueva modalidad de gestión del territorio y de un nuevo modelo de explotación forestal que excluya la introducción de especies y técnicas de explotación inadecuadas para las características ecológicas de nuestro territorio nacional.

Por otra parte, la impronta neoliberal que subordina la gestión pública del territorio, el desarrollo económico y a la protección civil de la población nacional muestra un sistema institucional de muy bajo nivel de comprensión y preparación para prevenir e intervenir en este tipo de emergencias ante eventos adversos, desastres y catástrofes, privilegiando la transferencia de estas obligaciones públicas al sector privado, tanto es así que la CONAF es un institución privada pero financiada por el Estado.  

La movilización general para la protección civil

La movilización general es el llamamiento de las autoridades a toda la comunidad –la nación, la ciudad, la comunidad- ante una grave amenaza convocándola a una participación activa para conjurarla, intervenirla, neutralizarla según sea el caso.

Ante el evento catastrófico de los incendios forestales que estamos padeciendo y que eventualmente  seguiremos padeciendo hasta que en junio termine la temporada 2016-2017,   proponemos la movilización general de las y los chilenos en general y de las y los porteños en particular para:

-Construir cortafuegos en todas las zonas de interface entre los bosques o cultivos forestales y las periferias urbanas de las ciudades y los pueblos rurales.

- Construir y mantener una provisión de agua accesible a las bombas – estanques y red seca- en las líneas de cortafuegos para  intervenirlas ante la presencia del fuego.

-Capacitar y entrenar a las poblaciones locales para identificar sus riesgos sean de incendios, inundaciones, avalanchas u otros, e intervenir adecuadamente ante emergencias de eventos adversos.

Para iniciar la construcción inmediata de los cortafuegos en la zona de interfaz entre las partes altas de Valparaíso y los bosques de pinos y eucaliptus que rodean a la ciudad puerto el Municipio y su Alcalde debería llamar a una movilización general  de las y los vecinos, de las organizaciones sociales, de la FFAA y policiales, de las empresas, de las reparticiones públicas, de los estudiantes, de los clubes deportivos, etc.

Por otra parte, también hay que llamar al Gobierno Nacional, al Parlamento, los partidos políticos, las organizaciones sociales, a las instituciones académicas y los centros de estudio, a los medios de comunicación etc. a un debate y encuentro nacional sobre gestión de territorio nacional y protección civil de la población.