[OPINION] El T2 y las compensaciones para Valparaíso

25 Octubre 2017

Los más inteligentes son los dueños de OHL, quienes vendieron la concesión a un grupo australiano haciendo un negocio redondo sin invertir casi nada y quizás nunca tuvieron ni siquiera la plata de los US500 millones que dijeron que invertirían en el T2

Gonzalo Ilabaca... >
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Por Gonzalo Ilabaca

Después de meses y meses que tuvo OHL (TCVAL) para responder las observaciones de los distintos organismos, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) considera que sus respuestas son insuficientes demostrando una indiferencia absoluta a las altas y muchas externalidades negativas que el proyecto T2 tendrá sobre la ciudad y sus habitantes.

Según la ley, las compensaciones deben ser medidas que estén acorde con el daño que producen. Claramente TCVAL ha subestimado las observaciones, es decir el daño y esto es porque patrimonial, urbanística y socialmente es imposible que las compensaciones estén a la altura de los daños que el Estudio de Impacto Patrimonial considera irreversibles. Aún así el Subsecretario de Transporte, Carlos Melo, respalda el proyecto al igual que casi todos los SEREMIS Regionales que no pusieron observaciones al T2. Para su autotranquilidad aluden que el proceso sigue su curso técnico en el Estudio de Impacto Ambiental. Uno se pregunta ¿Por qué cuando se trata de cultura, es decir de Patrimonio, que abarca salud, economía, historia, urbanismo, memoria e identidad los estudios técnicos al respecto no valen nada? Para ellos, como para el Intendente, el resultado técnico del Estudio de Impacto Patrimonial solicitado por la UNESCO no existe (“El daño será alto, permanente, irreversible y no mitigable”). Y cabe precisar que ellos mismos son el Cómite de Evaluación que aprobará o no la Evaluación Ambiental del proyecto. ¿Será ésta la despedida del Gobierno de Bachelet para con Valparaíso?

Por otro lado, los más inteligentes son los dueños de OHL, quienes vendieron la concesión a un grupo australiano haciendo un negocio redondo sin invertir casi nada y quizás nunca tuvieron ni siquiera la plata de los US500 millones que dijeron que invertirían en el T2. Para ellos Valparaíso ya es pasado. Mientras tanto los porteños seguimos perdiendo tiempo con un proyecto malo que no armoniza ni armonizará con la ciudad ni sus habitantes y que más encima -portuariamente- se trata de un mal diseño. Valparaíso se merece un puerto mucho mejor.