Por René Popper, Socio JJVV 92 Villa Berlín

Carlos Vergara, Club Deportivo Villa Berlín

Hace algunos días, la Contraloría nos mandó una comunicación entre la Dirección de Obras (DOM) y la Dirección de Asesoría Jurídica (DAJ). En él, la DOM dice que en el Plano de Subdivisión 02/1993 se inscribió un pasaje SIN NOMBRE dentro la Cooperativa Essen.

Fuimos hasta el Conservador de Bienes Raíces por el plano. No lo encontramos. En verdad, no existía. Pero la ayuda de quien atendía nos permitió buscar cada uno de los planos vinculados a la Cooperativa Essen. Nos llamó la atención el plano 102/1993 (Fojas 2190, n°3969) puesto que era igual al que mencionaba la DOM.

La foto del documento de la DOM (Ordinario 363/2018) se ve horrible. En él aparecen sobre escritos los pasajes CAUTÍN, LIMARÍ y SIN NOMBRE. Ese plano es el mismo que encontramos, salvo por dos cosas: no tenía sobre escritos los nombres de los pasajes y no hay rastro de existencia del pasaje SIN NOMBRE. Revisamos la escritura asociada al plano. Pusimos atención en el tramo 49-50 y no había nada.

El Certificado de Informaciones Previas 1185 de 2016, documento que realiza la DOM y que se debe presentar para solicitar cualquier permiso de edificación, dice que sí existe un pasaje SIN NOMBRE. Pero en la escritura de la casa de la señora Hilda Asis, la cual colindaría con el pasaje, no señala nada al respecto. Si vamos a google maps y buscamos un pasaje SIN NOMBRE, aparecen bastantes: ninguno en la villa Berlín. Y si vamos al pasaje mismo, vamos a ver que tiene un grifo al medio ¡un grifo!

De no existir el pasaje SIN NOMBRE, resultaba imposible que la DOM pudiese otorgar un permiso de edificación en el predio ya falsamente fusionado y subdividido simultáneamente en 2015. Entonces ¿qué pasó? ¿Cómo en las oficinas de la DOM es el único lugar en que existe este pasaje? Contraloría en el informe 1147/2018, además de identificar otras irregularidades en el "caso Villa Berlín", sostiene que la DOM no cuenta con un sistema íntegro y confiable. No necesitamos mucho más para interpretar

Por ahora, la SEREMI MINVU mantiene su habitual y cómodo silencio; el alcalde, una perniciosa parsimonia y Matías Valdés, un impune actuar.

Esto, con seguridad, tiene otro nombre.