[OPINION] Mathias Klotz: En el país de los ciegos, el tuerto es rey

Por Comunidad Ex Hospital Ferroviario 

Al rescatar las palabras ofrecidas por el arquitecto Mathias Klotz, en la entrevista del día Martes 24 de Abril 2018 en el diario el Mercurio, donde se auto promociona como un destacado profesional en su área y donde plantea que uno de sus proyectos icónicos, Mirador Barón, “fue nominado por el Colegio de Arquitectos y la Cámara de la Chilena de la Construcción al premio de aporte urbano", el dicho qur titula esta columna le cae bastante bien a los involucrados.

En contraste con estas valoraciones positivas, las y los vecinos de la Comunidad Ex Hospital Ferroviario hemos comprobado que éste es un proyecto ilegal, dictaminado por Contraloría (no nos cansaremos en ser majaderos con esto), donde, además, el Director de Obras que otorgó éste permiso de edificación fue sumariado. ¿Algún día el Sr. Patricio Miranda actuará de oficio para invalidar? La derecha, que ahora valora tanto a la Contraloría por no haber prohibido el rodeo en Recoleta, ¿estará consciente que el mismo órgano produjo jurisprudencia que permitiría bajar de una vez este proyecto?

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Pero no solo es esa la problemática. Este proyecto nos destruyó un edificio histórico y emblemático para nuestra comunidad; siendo sobrino de ex Directora de Obras, la Sra. Adriana Germain Peirano, no nos extraña que la solicitud de anteproyecto haya ingresado en Julio del año 2013 (periodo donde ella estaba vigente en su cargo). Acá pudimos advertir la implacable lógica destructiva-creativa del capitalismo chileno: la oligarquía a escala arquitecto-municipalidad y la promesa de refacción del inmueble que debe someterse a su destrucción previamente.

Las medallas que tiene el edificio que está nominado como a mejor aporte urbano no se reducen al ámbito de la corrupción. El mundo inmobiliario siempre da más. Este edificio tiene a su haber la muerte de dos de nuestros/as vecinos/as, don Juan Silva hostigado hasta el día antes de su muerte para que vendiera su suelo  y la Sra. Ruth Aldoney, atropellada en consecuencias desprendidas debido a la caída de la calle Portales.

Pero como sabemos, “el progreso” y el “mejor aporte urbano” tiene sus costos. Las normativas de seguridad han sido incumplidas. La descarga de los baños se hace a la mitad de la calle, el polvillo que levanta el concreto ha provocado más de alguna enfermedad y la tranquilidad de los vecinos se ha visto notablemente afectada. Pero no es lo único, el deterioro de la avenida principal de nuestro Cerro, la Av. Portales y nuestro Mirador Barón, no solo ha generado colapso vial mediante la ocupación de la calle para la carga y descarga de materiales, sino que ha hecho del mirador un lugar peligroso.

Con todo esto no nos queda más que agradecer a este gran y connotado arquitecto por su gran aporte urbanístico a nuestra ciudad. Porque justamente eso es lo queremos para Barón y para Valparaíso ¿cierto?