[OPINION] Plebiscito (municipal) en Valparaíso

13 Septiembre 2016

La elección municipal de Valparaíso es un plebiscito nacional entre la vieja y la nueva política, entre el autoritarismo y la democracia, entre la concentración y la mejor distribución del ingreso nacional, entre el dinero fácil y el trabajo honrado, entre la sinvergüencería y la decencia.

Ibán de Rementería >
authenticated user

Por Ibán de Rementería

El plebiscito es una determinación drástica de la nación ante una crisis. En 1989 la nación chilena mediante el plebiscito puso fin a la sangrienta dictadura militar del capital financiero nacional e internacional. Si bien el dictador Pinochet fue removido del Poder Ejecutivo, hasta la fecha permanece vigente la constitución Guzmán-Pinochet que le otorga el derecho de veto a las minorías políticas que representan a las oligarquías económicas, que asegura la privatización de los recursos naturales, del agua, los recursos marinos, etc..

También ha sido privatizado en las AFP el ahorro previsional forzoso de los trabajadores, lo que conforma el núcleo central del mercado nacional de capitales. El poder efectivo de las oligarquías económicas es tal que solo es posible hacer política convirtiéndose en paniaguados de ellas, ese es el contexto general de los escandalosos contubernios entre los empresarios y los políticos, lo que incluso alcanzó al entorno político y familiar de la Presidenta de la República.

Ahora es inexorable la conformación de un tercer polo político, alternativo tanto a los partidos de la Nueva Mayoría como a los de Vamos Chile, constituyéndose a partir de los nuevos movimientos y partidos políticos de izquierda como Revolución Democrática, Movimiento Autonomista y otros, así como de los desilusionados y arrepentidos de los partidos de centro izquierda.

El momento y la instancia en el cual se concrete el carácter plebiscitari  de la próxima campaña electoral presidencial y parlamentaria será precisamente la elección de los miembros del próximo parlamento nacional, ya que a este le corresponderá decidir si será una Asamblea Constituyente o él mismo el que debata y proponga la nueva constitución democráticamente generada que será sancionada en un plebiscito.

El debate electoral parlamentario será el momento de los debates de las reformas que queremos en la nueva constitución, estableciendo en ellos los mandatos específicos de la ciudadanía a sus representantes. En lo concreto, se está por recuperar los recursos naturales para toda la nación (cobre, nitratos, litio, recursos marinos, el agua, las localizaciones geoestratégicas, etc.), o no.

Se está por terminar con las votaciones de quórum calificado que le da derecho de veto a las minorías, o no. Se está por una educación pública, universal gratuita y de calidad, o no. Se está por un sistema nacional de salud universal, gratuito y de calidad, o no. Se está por terminar con la AFP, o no. Se está por un sistema de previsión social tripartito, cuyas pensiones a cualquier evento no puedan ser inferiores ni al 50% del último salario ni al salario mínimo, o no. Se está por la igualdad de derechos e ingresos entre hombre y mujeres, o no. Se está por la autodeterminación de las mujeres sobre sus derechos reproductivos (derecho al aborto sin restricciones), o no. Se está por una reforma laboral que otorgue un equilibrio real entre el poder de los empresarios y el de los trabajadores, o no. Se está por una regionalización que le transfiera a las regiones competencias fiscales (impuestos, regalías, canon, etc.), o no. Se está por la modificación de las normas para hacer de los municipios una instancia de participación deliberativa, resolutiva y vinculante de las y los vecinos en los asuntos de sus ciudades, o no. Se está por la protección integral del medio ambiente, que es la protección de las condiciones de existencia de los seres humanos, o no. En fin, se está por el pleno reconocimiento como sujetos de derecho de los niños y los adolescentes, o no. Es en estos debates donde se irá consolidando la tercera fuerza que se diferencie claramente de la Nueva Mayoría y de Vamos Chile.

Aquí en Valparaíso la elección municipal es ya un plebiscito donde las y los vecinos tendrán que escoger para alcalde y conformar el Concejo Municipal, por una parte, entre los representantes del duopolio de la Nueva Mayoría y Vamos Chile que desde el retorno de la democracia ha venido depredando y dilapidando los recursos municipales, destruyendo sus recursos patrimoniales, desmantelando la capacidad de gestión de la basura y el aseo, de la protección civil contra incendios y otros eventos adversos, del equipamiento urbano, de la gestión de territorio, etc.

O tendrán que escoger entre las nuevas fuerzas políticas que democráticamente se constituyeron  en un movimiento ciudadano que sometió a la decisión de las y los vecinos quienes deberían de representarlos en el gobierno de la ciudad. En este sentido la elección municipal de Valparaíso es el primer plebiscito nacional entre la vieja y la nueva política, entre el autoritarismo y la democracia, entre la concentración y la mejor distribución del ingreso nacional, entre el dinero fácil y el trabajo honrado, entre la sinvergüencería y la decencia.