Buenas conversaciones, buenos futuros
[OPINIÓN] Terminal 2 en Valparaíso: com-pensar la ciudad, sí; re-pensarla, mejor
[OPINIÓN] Terminal 2 en Valparaíso: com-pensar la ciudad, sí; re-pensarla, mejor
El futuro de la ‘ciudad puerto’ no puede depender solo de la industria portuaria; si así fuera, Valparaíso no llagaría a buen puerto.
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Por Gonzalo Bravo Álvarez
Profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Párroco de la Iglesia La Matriz de Valparaíso
El Terminal 2 (T2) es bueno y necesario; aunque, ya se sabe que en 30 años, o antes, se hará pequeño. Aún más, creo conveniente ir pensando en espacios más amplios para la industria portuaria, incluso otros terminales: T3 o T4.
Junto a la convicción anterior, sobre el necesario desarrollo de la industria portuaria, estimo que se debe reevaluar la ubicación del actual proyecto del T2; éste, tal como estaría emplazado si hoy comenzase a construirse (frente al plan de la ciudad), hipoteca seriamente el futuro de esta. Valparaíso, con un núcleo patrimonial mal conservado, tiene más de 11 centros de educación superior, 140.000 estudiantes, con empresas que exportan productos ligados a la industria de las artes visuales y arquitectónicas, un anfiteatro natural que llega a un borde costero no explotado turísticamente, potenciales industrias creativas y culturales, condiciones geográficas adecuadas para economías colaborativas, innovación social y disposiciones para el desarrollo de diversas áreas comerciales asociadas a la investigación y al conocimiento.
El futuro de la ‘ciudad puerto’ no puede depender solo de la industria portuaria; si así fuera, Valparaíso no llagaría a buen puerto. Hay que abrirse al futuro de otras oportunidades que hoy tiene la ciudad. Estamos en el momento justo, animado por nuestras potencialidades, de una transformación productiva de Valparaíso: desde una matriz uniproductiva portuaria hacia una multiproductiva, liderada por el conocimiento, tecnología e innovación.
El futuro de nuestra alicaída ciudad, no pasa solo por la construcción del T2, ni tampoco por definir cómo la industria portuaria va a ‘com-pensar’ la ciudad, sino en ‘cómo pensar’ la ciudad puerto. En esta tarea, el Estado de Chile también debe jugar un rol protagónico al momento de coordinar todas las potencialidades anteriormente nombradas. Una ciudad puerto que tiene el puerto como espacio de acogida de otras realidades que se integran armónicamente con la ciudad: he ahí la clave de nuestro futuro. No hay tiempo que perder; el futuro Valparaíso, no tiene que ver sólo con el puerto, sino en cómo éste se integra a una ciudad que posee enormes potenciales de crecimiento en los próximos años.