La cédula de identidad es uno de los documentos más importantes que tienen los chilenos y extranjeros que viven en el país.

Hace un tiempo se le han hecho una serie de modificaciones para incluir mejoras tecnológicas y evitar que sea adulterado.

Debido a estos cambios, la toma de la fotografía también ha tenido que ser modificada y hay un aspecto que es de suma importancia a la hora de sacar el documento: está prohibido sonreír.

La razón no es porque sea un documento oficial o porque las personas se deban tomar esto con seriedad. Es simplemente porque la fotografía debe permitir la individualización del titular del documento, y debe funcionar con programas computacionales de reconocimiento facial, lo que se dificulta cuando alguien muestra los dientes.

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“Debe tomarse sin sombreros u otros atuendos que oculten el cabello total o parcialmente, salvo que éste forme parte de la condición de la persona (como la toca de las religiosas o el trarilonco de la mujer mapuche). No puede tomarse con anteojos oscuros que oculten los ojos, salvo que la persona los use permanentemente por prescripción médica, en cuyo caso se dejará constancia en el rubro observaciones”, señaló el Registro Civil.

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