Porteños de corazón: Agathe Marin y el sueño de un puerto lejano

06 Marzo 2019

Agathe Marin viene del mar. De esa punta del noroeste de Francia que se llama Bretaña, rodeada por el océano Atlántico y el mar de la Mancha.  Hoy en día, ella vive navegando, escribiendo y dibujando entre dos océanos.

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Agathe nació y creció en Bretaña, al noroeste de Francia, siempre con el nombre de Valparaíso profundamente anclado en el imaginario. Lo escuchaba en las bocas de los marineros de su país, contado como el mito de una ciudad-puerto, sin ni siquiera saber si era un lugar real o ficticio. Una vez adulta, ella todavía tiene este sueño de un puerto lejano, de una aventura marítima que le permitiera volver a la infancia. Y un día, ella encuentra el nombre de Valparaíso en un mapa.

La búsqueda de un mar que ruge

Agathe vino por primera vez a la ciudad en 2005, para estudiar en la Universidad de Valparaíso. La primera cosa que hizo cuando llegó es buscar “ese mar que rugía en los libros de aventuras”. Pero entre los contenedores, las alambradas y el metro, no aparece. No hay historias de marineros, bares en el puerto, huellas, ni siquiera memoria del mar de lo que fue un escala mítica, “el antiguo puerto mas importante del Pacifico”. Ella tiene que subir a los cerros para poder mirar al horizonte azul del Pacifico, en el fondo de las calles o en el rincón de una ventana. Se da cuenta entonces de lo mágico que es la ciudad, incluso sin el mar. Eso la hace volver casi todos los años después, para regresar y quedarse definitivamente el 2013.

Abrir los ojos sobre el mar

Todavía buscando el mar, logra encontrarse con él trabajando en el puerto, en un astillero, navegando todos los días en la bahía, escribiendo crónicas sobre el Bote Salvavidas de Valparaíso, comprometiéndose en el Festival Valparaiso Mar Adentro, vendiendo pastelería francesa y llevando a cabo un mapa de los naufragios de la bahía. “Mi mirada bretona y mi experiencia de la navegación me permitía interesarme en el tema del mar y cuestionar la falta de acceso de los porteños al mar”, destaca ella..

Vivir entre el Pacifico y el Atlántico

Pero ella también se siente extranjera en Valparaíso. “A veces me sentía como una invitada, y se sabe que un invitado no tiene que hacer ruido.” Con el tiempo, empieza a ser mas crítica, porque mas allá del mito, de la ciudad mágica, “a veces estaba cansada con la ciudad: la basura, la violencia, el sentimiento de inseguridad...” Hoy en día, Agathe vive entre vueltas e idas, entre Valparaíso y su isla en Bretaña. “Una amiga me dijo que volver era como poner sus pies en pantuflas”. Para ella, es importante volver a Bretaña y encontrarse con sus amistades del otro lado.

“Estar”

Con los años, ella también ve a la ciudad cambiar: la gentrificación de los cerros Alegre y Concepción, en particular. “Pero me parece que Valparaíso cambia y al mismo tiempo no cambia. Algunos dicen que existe un espíritu mágico que protege a la ciudad. Creo que eso es verdad. En el cortometraje “A Valparaíso” de Joris Ivens (1965), se ven imágenes muy antiguas de la ciudad y sus habitantes, uno subiendo las escaleras, una mujer a su ventana. Eso todavía se puede ver, quizás con un celular en la mano, pero son las mismas posturas”. 

 Para Agathe, Valparaíso sigue siendo una ciudad única en el mundo, poética, mágica y lenta. “Guardaré un lazo con Valparaíso toda mi vida, no puedo explicarlo, pero esta ciudad me dio una libertad enorme para reinventarme, en un lugar donde nadie me conocía, donde no tenía etiqueta”. Por Valparaíso, ahora ella también conoce un modo distinto de vivir, en la precariedad. “Sobre todo, en Valparaíso aprendí la significación del verbo “estar”, un verbo que no existe en francés, “estar” en el sentido de disfrutar del instante en vez de “hacer”. Vi este cambio cuando al fin del día, dejé de preguntar “¿Qué hiciste hoy?” para decir “¿Cómo lo has pasado?””

 

Ahora, ella se siente porteña. “Cuando hubo los grandes incendios, el dolor, cuando empecé a comprometerme en el tema del acceso al mar, entonces me sentí parte de la ciudad”. Muchos porteños siguen preguntando de donde viene ella, de donde nació. Ella viene de afuera, pero antes de volver a Bretaña, un amigo le dijo “Vas a volver al país donde naciste, pero nunca olvides que aquí naciste otra vez.”

Más información sobre la isla bretona de Agathe: http://groix.fr/

Del 21 al 25 de agosto, se organizará un festival de cine sobre las islas chilenas allí http://www.filminsulaire.com/