Rescatando la Educación Cívica

01 Abril 2015

Sin un sentido de pertenencia y valores compartidos, las sociedades quedan a merced de vaivenes externos, populismos internos y mayorías circunstanciales, que utilizan el poder sin compromiso con las instituciones y las  futuras generaciones.

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Por Francisco Sánchez, investigador de Fundación P!ensa.

La educación cívica es fundamental para los habitantes de nuestro país, siendo clave como herramienta para la difusión de elementos cohesionadores entre las personas para la comprensión de la institucionalidad, historia y vislumbrar hacia dónde vamos como sociedad.

Es por eso que los paradigmas que están presentes en esta formación deben ser amplios y diversos, no encasillados en una imposición de ideas, sino en la reflexión crítica y con alturas de miras de lo que hemos alcanzado como personas en sociedad. Para esto es fundamental comprender que "las instituciones las hacen y las modifican las personas".

Es necesario enseñar en libertad y tolerancia, diversidad y respeto, para que podamos seguir fomentando una sociedad próspera, tolerante, libre y en paz.

La formación como ciudadanos tiene esa importancia y trascendencia. Lo que hace la diferencia entre un país que progresa y uno que se estanca es la mentalidad, el grado de compromiso de la sociedad civil, los derechos de los demás, el esfuerzo, el aprecio por la historia común y el proyecto colectivo. 

Sin un sentido de pertenencia y valores compartidos, las sociedades quedan a merced de vaivenes externos, populismos internos y mayorías circunstanciales, que utilizan el poder sin compromiso con las instituciones y las  futuras generaciones.

Por eso es tan importante incorporar la educación cívica en la instrucción formal de nuestra enseñanza. Es muy cierto que tenemos diferencias de diversos tipos, incluso ideológicas, lo que nos enriquece como sociedad. Más aún es probable que algunas nunca no se logren superar, y tampoco es dramático, en la medida que sepamos convivir respetuosamente, lo que habla bien de la madurez cívica. Eduquemos a los niños chilenos con un espíritu consciente de que cada uno está construyendo la historia colectiva de nuestra comunidad. La cohesión  nacional es resultado de la educación cívica, una larga cadena de aprendizaje que comienza en la infancia y nos permite fomentar ciudadanos activos y comprometidos con el futuro de nuestro país. 

*Foto extraída del sitio eduglobal.cl