Trabajadores denuncian nepotismo y tráfico de influencias en la PUCV liderada por Claudio Elórtegui

12 Abril 2017

Se mantiene la crisis al interior de la casa de estudios porteña.

El Martutino >
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Se mantiene el conflicto entre los trabajadores del Sindicato n° 1 de la Universidad Católica de Valparaíso con el gobierno universitario liderado por el rector vinculado a la Demoracia Cristiana, Claudio Elórtegui.

Los empleados que el año pasado protagonizaron una huelga denunciaron, mediante un comunicado público, nepostismo, tráfico de influencias y conflictos de interés en el actual Gobierno Universitario.

Comunicado oficial

Ante el estado actual de las Relaciones Laborales en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el Sindicato Nº1 de Trabajadores de la Universidad comunica lo siguiente:

La relación entre el Sindicato y el actual Gobierno Universitario se encuentran  seriamente deterioradas. El motivo radica en la decisión soberana de la Asamblea Sindical por hacer valer el Derecho a Huelga Legal durante el proceso negociador, cuestión que molestó a las autoridades de nuestra Universidad. 

Lamentablemente, nuestros esfuerzos por mantener un diálogo y reconstruir las confianzas han sido infructuosos.  Nos hemos encontrado con un Gobierno Universitario terco, arrogante y amenazador que ha intensificados sus políticas laborales con ánimo divisor. Hemos constatado como nuestros trabajadores y trabajadoras han recibido represalias, despidos injustificados, incumplimientos del Contrato Colectivo, desconocimiento de acuerdos político-laborales, prácticas antisindicales que apuntan al debilitamiento de nuestra Organización, hostigamiento a trabajadores, discriminación, menoscabo laboral, rebaja de remuneraciones (a nuestros trabajadores y trabajadoras con licencia médica le descuentan bonos de Negociación Colectiva), dificultades a nuestros derechos de asociación y reunión, son prácticas que nuestro Sindicato viene sufriendo desde el término de la huelga legal.

Estas malas prácticas laborales nos obligan a judicializar nuestra relación con el Gobierno Universitario.  Es nuestro deber ineludible la defensa de nuestros derechos por lo tanto recurriremos a todas las instancias legales posibles de manera de resguardar la integridad y dignidad de nuestros socios y socias.

Cabe señalar que esta crisis, no es solamente producto de nuestro proceso de Negociación Colectiva, tiene raíces mucho más profundas.  Es el colapso de una forma de administración que está precarizando el empleo en todos ámbitos en nuestra Universidad.  El aumento de la externalización de servicios, la sub-contratación de trabajadores de administración, servicios y académicos, la contratación a honorarios de trabajadores académicos, administrativos y servicios, la discriminación impuesta en la Negociación Colectiva a los trabajadores de proyectos, la temporalidad del empleo son claras muestras de una gestión donde el Empleo es solamente visto de una lógica exclusivamente economicista, mirada que se distancia de la Universidad con valores cristianos que muchos de nuestros socios alcanzó a conocer.                 

Es una forma de administración que colapsa, también, porque está centrada en el nepotismo, en el “compadrazgo” y en el “amiguismo”, donde hay tráfico de influencias y conflicto de intereses, donde hay promociones y ascensos laborales discriminatorios con una promoción interna estancada, con concursos poco claros que permiten la llegada de personal externo muchos de ellos en la condición de “asesores”.  Una forma de administración que ha generado pésimos climas laborales donde prima el temor, la amenaza provocando con ello la desconfianza y la división entre los trabajadores, una administración donde las jefaturas intermedias, asumen una gestión no acorde a un proyecto institucional, sino que a una mal entendida “lealtad” a autoridades superiores.

En resumen, vemos una crisis grave en una forma de administración que ha generado una gestión mediocre, carente de liderazgo, poco eficiente en el control y los procedimientos que van en sentido contrario a la calidad y al compromiso de servicios que debemos brindar, provocando además, la desmotivación y pérdida de identidad de parte importante de trabajadores de nuestra Universidad.

Desde el proceso de Negociación Colectiva y la huelga legal, el Sindicato Nº1 de Trabajadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha sido estigmatizado permanentemente, se han vertido juicios públicos sobre nuestro “actuar y proceder” pero nunca en este periodo, se ha invitado, por ninguna instancia de gobernanza de la Universidad, al Sindicato, para a lo menos, escuchar las propuestas y visiones.

No hemos sido escuchados por nadie.  Para la Gran Cancillería, Rectoría, el Consejo Superior, las Vice Rectorías, el proceso de Negociación Colectiva y la huelga legal, ha sido un acto puramente legal sin ninguna preocupación por las personas.  Pésima señal, para un Gobierno Universitario que revindica frecuentemente nuestra condición de Universidad con vocación pública.

Tenemos la firme convicción, que los procesos de discusión del Proyecto de Reforma de la Educación Superior y de elección de Rector que nuestra Comunidad Universitaria enfrentará en el futuro próximo, van a significar una posibilidad cierta de abrir un debate serio, amplio y participativo en orden a cerrar un ciclo de nuestra Universidad y empezar a construir, entre todos, una Universidad con verdadero y real sentido público.

Finalmente, reiteramos nuestra voluntad de dialogo para retomar las instancias que permitan normalizar las relaciones laborales. Nuestra organización ha manifestado su voluntad política de acercamiento de las partes, en reunión sostenida con el Sr. Alex Paz Becerra, Director General de Asuntos Económicos y Administrativos y el Sr. Enrique Escobar García, Director de Administración en encuentros realizados a través de la Comisión de Relaciones Laborales.

El momento que enfrenta nuestra Universidad requiere gestos de grandeza de los actores de nuestra Comunidad Universitaria, para debatir a rostro descubierto nuestras diferencias, los acuerdos y avanzar en el desarrollo institucional.  El Sindicato Nº1 de Trabajadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, está dispuesto para ello como lo ha estado en sus 53 años de existencia.

 La Directiva