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Una importante señal por la diversidad y la no discriminación están dando las alumnas, docentes y cuerpo directivo del Colegio Valle De Quillota, al apoyar un mural lésbico, pese a los insistentes reclamos de una apoderada, destacó hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh)

Para el ramo de artes visuales, a las estudiantes les encomendaron dibujar al interior del establecimiento un mural dedicado a la diversidad social. Mujeres embarazadas, familias, personas con capacidades diferentes, niños y mapuches fueron parte de los dibujos, pero sólo uno despertó la polémica: el de una pareja lésbica besándose, con bandera del arcoíris incluida

El dibujo de la alumna Yorka Robles fue felicitado por sus docentes y amigas, pero según fuentes del Movilh, una apoderada calificó al mural como agresivo y morboso, enfatizando que Dios hizo al hombre y a la mujer para complementarse, no entre personas del mismo sexo.

La apoderada exigió a la directora, Bertina Guerra Barraza, borrar el mural, a lo que la docente se opuso, pero proponiéndole una solución acordada con las alumnas: los labios se separarían. “La apoderada no quedó contenta con eso, y pasado dos días las estudiantes cedieron a tal punto que borraron los labios de una de las chicas. Pese a eso, la apoderada, a todas luces homofóbica, sigue insistiendo con que el mural se borre por completo, por lo que ha efectuado variadas gestiones en el municipio”, indicó el Movilh.

Añadió que “felizmente el colegio y su directora decidieron que no borrarán el mural y que no le harán ningún otro cambio. Felicitamos este hermoso gesto que se pone del lado de igualdad y no de la discriminación. Aplaudimos también a la alumna Robles por pensar en las mujeres lesbianas a la hora de dibujar la diversidad sexual y a todas sus compañeras por apoyarla”.

Al respecto, una de las amigas de Yorka, Camila Estay, señaló que “nosotras queremos hacer cambiar el pensamiento de las personas, hacerles entender que todos somos iguales y que nadie tiene el derecho de menospreciar a nadie”, puntualizando que “a nosotras nos afecta que muchos no acepten una realidad. Hay apoderados que no saben tratar con el tema porque le inculcan a sus hijos solo lo que ellos quieren ver y lo normal es visto como malo”.