Cerca de 40 personas, en su mayoría de la tercera edad, se reunieron este lunes a las 19 horas en la entrada de calle Aldunate del ascensor Espíritu Santo, en el cerro Bellavista, para protestar por el cierre de este fundamental medio de transporte.
Lo que no sabían era que a esa misma hora el alcalde de Valparaíso Jorge Castro hacia gestiones para detener al último momento el cierre de este funicular.
"Por qué tengo que creer que el alcalde ha hecho un convenio y un compromiso con la comunidad siendo que él debería estar acá y él debiera decir de buena fuente, de primera voz, que tiene un convenio y que rescatará los ascensores", señaló Hermann Cabezón, representante de la Agrupación de Usuarios de Ascensores de Valparaíso.
De igual forma, los asistentes a esta manifestación protestaron por el paulatino cierre en que se han visto inmersos poco a poco estos íconos del Patrimonio de la Humanidad. En un comienzo, existían 32 ascensores en Valparaíso. Ahora, quedan seis en funcionamiento, contando al Espíritu Santo.
Para Cabezón, la única solución posible para que los ascensores vuelvan a funcionar, será "cuando las autoridades se pongan los pantalones y hagan lo que realmente tienen que hacer". A su vez, hace una autocrítica a los ciudadanos porteños: "nosotros hemos sido muy pasivos, no pretendemos quemar nada ni matar a alguien, pero parece que lo que más vende es cuando se toman cartas en el asunto".
Adriana Cuadra, presidenta de la Junta de Vecinos del cerro Bellavista, señaló que "el gobierno debiera comprar los ascensores".
De todas formas, a pesar de que este ascensor se salvó de su cierre, no deja de ser preocupante el estado en que en general estos se encuentran y urge una solución definitiva.
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