Gonzalo Ilabaca nació en Concepción, se educó en Santiago y lleva 20 años viviendo en Valparaíso, una ciudad que para él es una fuente de "inspiración permanente". Con motivo de su exposición "Pinturas del Valparaíso nunca antes fundado", que puede ser vista hasta el 7 de noviembre en el Consejo de la Cultura y de las Artes, en Plaza Sotomayor, conversamos con él acerca de su obra, de Valparaíso y del gran problema del arte en Chile.
¿De qué se trata tú exposición?
Son trabajos de los dos últimos años y se titula "Pinturas del Valparaíso nunca antes fundado", y más que nada tiene que ver con la nostalgia que produce este puerto, una nostalgia que viene porque hay muchos sueños inconclusos en esta ciudad, ya sea de casas que se han ido arruinando, el barco encallado ahora en la costa por ejemplo. Sueños antiguos y nuevos siempre se han ido acumulando en esta ciudad y eso produce una nostalgia, y esta exposición lo que hace es tratar de, más que basarse en la realidad cotidiana de Valparaíso y la cosa de la sobrevivencia, busca alimentarse de esos sueños que quedaron inconclusos.
¿Qué te provoca esta ciudad?
Para mí es un motivo de inspiración permanente. Es la única ciudad del país que me pasa que yo bajo, camino cinco cuadras, y vuelvo a casa con un cuadro para pintar, ya sea por los personajes que hay en esta ciudad, rostros, esa mezcla que a dejado el marino con ojos de otros colores. También está la cosa expresiva que tiene este puerto, la gente tiene tiempo para conversar, te llenas de historias, y eso va alimentando tu imaginación. Después está la cosa gastada por el tiempo, lo viejo, lo precario, la falta de plata, todo eso hace que el tiempo produzca su efecto acá. Y todas las cosas gastadas por el tiempo, para mí son motivos para pintar.
¿Tiene Valparaíso lugares para exponer tanta creación artística que provoca esta ciudad?
Lugares hay, no están tan adecuados pero hay, por ejemplo acá en el CENTEX. El problema no es tanto el lugar, sino quien la ve. Pasa mucho acá en Valparaíso que tú haces una exposición y no entra nadie, no hay mucha motivación y por eso a mí me interesaba exponer en esta fecha porque es el Fórum y porque iba haber una actividad cultural más permanente, la cultura iba a ser el plato de fondo de la ciudad, por lo tanto la gente iba a estar entusiasmada y con intención de ver arte.
¿Este problema de la poca motivación para ver arte, pasa acá en Valparaíso solamente o es un problema del país?
No, en todo Chile. En el fondo el arte no tiene una difusión. Hay artistas pero no hay difusión, y si no hay difusión, no hay público. Por ejemplo, el fútbol tiene difusión por que todos los días sale que Vidal marcó un gol en Alemania, y eso el arte no lo tiene en Chile. Tú puedes hacer una exposición pero nadie se entera. Entonces el artista se pierde. De todas las artes en Chile, la única que ha tenido un mejor proceso a sido la música. Acá en Valparaíso las Escuelas de Rock han hecho un trabajo de difusión y por lo tanto tenemos una cantidad de músicos que tienen posibilidad de difusión porque hay una entidad gubernamental trabajando en la difusión, se hacen discos, videos, eventos gratis al aire libre. Pero en arte y en pintura nadie hace esa difusión. El artista está aislado en su casa. Si no hay difusión no hay arte.
¿Cómo ha sido la recepción del público a tu exposición?
Les ha encantado. Este es un espacio difícil de llenar, se considera un espacio frío. Mi pintura le ha dado calor. El auto, toda la gente quiere sacarse fotos. Es una pintura que ellos pueden entender. A mí me gusta que el arte, y el arte que a mí me gusta ver, es un arte que lo puede entender un científico como un campesino. No hay que ser un erudito ni conceptualista tremendo para entender un algo. A mí el arte que me gusta es ese, una que puede entender cualquier tipo de persona.
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