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Por Laura Huerta Corona

Un martes 11 de julio del año 1911, en la calle Patricio Lynch de Playa Ancha, el mítico Teatro Odeón abría sus puertas al público, brindando a la comunidad un espacio de lujo para disfrutar de actividades artísticas. Funciones de teatro, operetas, zarzuela y, posteriormente, películas musicalizadas en vivo con piano, fueron algunas de las actividades que llenaron de color, música y momentos de alegría al sector de la plaza Waddington.

Tal como lo titulaba en ese entonces el diario “La Unión”, la primera actividad del Odeón fue una función especialmente dedicada a niños de escuelas del barrio, con entrada completamente liberada. Asimismo, diversos testimonios y archivos destacan la fama del Odeón, denominado por El Mercurio como el “cine de moda de Playa Ancha”.

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Memorables fueron sus actividades a sala llena, como aquella vez en que Eduardo Weneger, su entonces propietario, llevó a cabo un beneficio para poder reunir fondos para la transformación del Paseo 21 de Mayo, que presentaba pocas comodidades debido a su estrechez. El público “colmó esa noche la sala y los palcos, con capacidad para 250 aposentadurías: distinguidas señoras y caballeros bien vestidos. El propio Wegener aparece en imágenes frente y dentro del teatro, con un tupido bigote al estilo liberal: peinado en puntas hacia arriba”, se puede leer en un recorte de prensa.

El edificio construido por el arquitecto Camilo Proto, según consta en documentos municipales, funcionó activamente hasta el año 1974. El que fue el primer teatro construido en un cerro de Valparaíso, hoy se encuentra en estado de abandono, lo que ha motivado la lucha del movimiento Al Rescate del Teatro Odeón por adquirir la propiedad y volver a abrir sus puertas para la comunidad de Playa Ancha.

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