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La  Empresa  Portuaria de Valparaíso (EPV) acaba de incorporar el proyecto de AGUNSA para un muelle de cruceros en Valparaíso, ante lo cual nos preguntamos: ¿El muelle será exclusivo para cruceros o prioritario para cruceros? No da lo mismo... Si es exclusivo para cruceros significa que se abre la oportunidad real de tener un borde costero abierto para la comunidad en ese importante sector que pueda ser usado cuando los cruceros no lo están ocupando, es decir, la mayoría de los días del año, lo que significa un diseño altamente positivo para complementar armónicamente el desarrollo de la ciudad y la actividad portuaria, en este caso turística.

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Pero, en cambio, si es prioritario para cruceros, significa que ¿Se usará para otras embarcaciones también y de qué tipo serían esas embarcaciones? ¿Está en la intención de AGUNSA hacer más puerto y por lo tanto que sea usado por otras naves comerciales de carga? Esto sería altamente negativo porque cierra la posibilidad de un borde costero abierto a la comunidad en el centro del anfiteatro y continuaremos la disputa de cómo se pueden relacionar armónicamente lo portuario con la COSTANERA ABIERTA como espacio público principal de Valparaíso, algo indispensable para la revitalización del plan de la ciudad.

Sé que es impopular decir esto justo cuando se lanza la importante noticia de un muelle de cruceros, pero es necesario que AGUNSA y EPV aclaren este punto ya que tenemos que ser consecuentes con el diagnóstico técnico del Estudio de Impacto Patrimonial de Isaza quien dice que el espacio público principal de la ciudad tiene que ser para los humanos y no para la carga portuaria.

O dicho de otra manera ¿Será mucho pedir para el Valparaíso del S. XXI que los proyectos que se desarrollen en el borde costero adapten e incorporen los “10 principios para el desarrollo sostenible de las áreas de waterfronts urbano” elaborados por el mundo desarrollado (Venecia/ Berlín, año 2000) justamente para las ciudades puertos del S.XXI?

Por lo mismo es necesario que la ciudad y su municipio se manifiesten desde ya participando en ese diseño, anteponiendo el bien de la ciudad por sobre posibles intereses particulares (en este caso AGUNSA) y no se continúe con el error de siempre, donde el diseño se concreta entre la EPV y sus concesionarios, sin cumplir la Ley de Puertos donde el municipio sí tiene que participar en las decisiones que ocurren en el borde costero ya que para el futuro de la ciudad de Valparaíso y su condición de Patrimonio de la Humanidad no se trata de tener más puertos, sino mejores puertos.

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Descargables: 

10_principios_waterfront.pdf [14]